Hace ya tiempo me sumergí en la historia para encontrarme con Prisciliano; fui en busca de un hereje, escribí y lo publique y hoy, desde mí aldea donde surgió la idea, lo repongo con mi cariño para vosotros.
Constantino, resume la realidad y dicta: a fin de conceder tanto a los cristianos como a los demás facultad de seguir libremente la religión que cada cual desee, ...nomen Christianum y permitir en adelante a cuantos quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente sin que les suponga ninguna clase de inquietud o molestia... como es propio de la paz de nuestro tiempo.
EN
BUSCA DE UN HEREJE
-INTRODUCCIÓN-
En
las volutas del humo del cigarrillo, recién prendido, surge ante mi
la figura de Prisciliano, quizás acude, fruto de la investigación
que realice para documentar la historia y vida de unas tribus
irreales, asentadas en la sierra de los Ancares, una de las zonas,
más arcaica, esotérica y desconocida Galicía. Allí, al pie de la
Peña de los tres Obispos, donde confluyen los limites de las
provincias de León, Lugo y Asturias, nació el interés y el
misterio y la necesidad de descubrir y desentrañar cuanto hay de
cierto ó incierto en torno a su vida...
Sobre
Prisciliano han escrito muchos autores, se han realizado simposios,
congresos e incluso, tesis doctorales. Hay pues variados puntos de
vista, científicos y especulativos, quienes afirman que nació en
Galicía y quienes lo desmienten, unos lo creen hereje y otros
mártir. Existen
muchos estudios que se contradicen y opiniones tan variopintas como
recurrentes y quienes le consideran ortodoxo, desviado hacia el
anatema doctrinal.
Se
abría ante mi un largo camino en busca de respuestas y para
encontrarlas acudí a documentarme en libros, enciclopedias y en la
red de redes, sin escatimar esfuerzos, dedicando muchas horas en
obtener información.
Ordenar y clasificar tantos documentos, supuso
una ardua tarea y para poder aclararme, opte por generar una carpeta
donde almacenarlos, y en otra, precedida de un guión, comencé el
desarrollo de mis argumentos, tendentes, eso si, a encontrar datos
que pudrieran avalar su origen gallego y... entonces, como por
encantamiento, me vi envuelto en extraños sucesos, fallos en la
conexión de la red, perdidas en el guardado, fallos en la
configuración, sucesos a los que no encontré una explicación,
racional o lógica, es evidente la intervención de fuerzas
desconocidas que someten mis pensamientos, causándome temores, en
verdad siento que me tientan para abandonar el proyecto, y no puedo,
aunque esté siendo hechizado o sometido a algún mal, me someto a
las consecuencias; estoy apresado en la idea, fuertemente atraído y
sugestionado...
No
tarde en encontrar gran cantidad de referencias; y tres interesantes
citas sobre Prisciliano:
Originario
de una familia de Iria Flavia del siglo IV,
el
joven Prisciliano tenía inteligencia,
don
de gentes y de palabra y una gran cultura,
que
perfeccionó en la Universidad de Burdeos.
Estaba
llamado a ocupar un sillón
entre
los clérigos purpurados.
Priscillianus
episcopus ex Gallaecia -Próspero de Aquitania- Gallaecia
340-Tréveris 385-
Según
Sulpicio Severo, era inteligente, culto, tenía don de gentes y de
palabra, aunque era vanidoso. Al parecer, por familia y estudios, le
estaba reservada la púrpura de las altas instituciones
eclesiásticas. Habría nacido en la provincia de Gallaecia,
posiblemente cerca de Iria Flavia, en el seno de una familia
acomodada, cuando el cristianismo era ya la religión oficial del
Imperio Romano.
Prisciliano
de Ávila (Gallaecia, aprox. 340 - Tréveris, 385) fue un
eclesiástico hispano. Se cree que nació en la Hispania occidental,
probablemente en Iria Flavia (hoy Padrón), en la provincia romana de
Gallaecia, en el seno de una familia senatorial o al menos de riqueza
notable. Sus predicaciones obtuvieron gran éxito, en especial entre
las mujeres y las clases populares, por su rechazo a la unión de la
iglesia con el imperio y a la corrupción y enriquecimiento de las
jerarquías.
Son
más los que niegan su origen gallego que los que lo sostienen y sin
embargo hay un hecho incuestionable, el priscilianismo arraigó en la
sociedad gallega y supervivió muchos años.
A
mi me subyuga y atrae más descubrir, si en verdad era un hereje, un
rebelde, el ultimo druida ó las tres cosas.
En
mi modesto entender, Prisciliano lideró de un movimiento social
contra la desigualdad y la injusticia que calo profundamente en la
sociedad rural, caminó entre la ortodoxia y la heterodoxia según
convenía a los intereses políticos del momento.
Exigió
que la iglesia volviera a unirse a los pobres
y con ello se gano la enemistad del imperio y de la curia.
Desde
esta perspectiva y con estas incógnitas, comencé el desarrollo de
mis argumentos, tendentes, eso si, a encontrar datos que pudrieran
avalar su origen gallego y que hoy llegan a tus manos sin pretender
otra cosa que el disfrute de lo que bien pudo ser, la vida de
Prisciliano.
xardonmanrofer
PRIMER ENCUENTRO
En
otro mundo, en un país lleno de hadas vírgenes, guiadoras de
caminantes errantes, Amangon fue condenado, a abandonar el reino por
abusar de una de ellas; estéril y yermo, sufre castigo sin fin,
convertido en buscador de herejes; el vagar, el errar es lo propio
del hereje, por ello va en busca de errantes, debe descubrirlos,
apresarlos, sin resultar apresado, debe recorrer el mundo, desde el
presente al pasado sin utilizar poderes mágicos.
Ahora,
Amangon, influenciado por la cultura y las costumbres de los
antepasados Hispanos, en el siglo IV, debe encontrar herejes y
practicas de herejías...
Amangon inició
la búsqueda de Prisciliano, llevando del ramal el caballo de la
imaginación, caminando ensimismado, sin encontrar acomodo, incapaz
de progresar con pasos cortos e inseguros, hasta que, el genio de las
ideas, y me susurró:
Amangon,
monta, déjate llevar, y así fue como me acerque a
Iria Flavia,
a lomos de la imaginación. Fui depositado con suavidad en el monte
Libredón.
Llegué al centro del esoterismo de la Galicía de aquél tiempo, a
la diócesis más noroccidental del cristianismo Hispanoromano. Hasta
la ciudad enclavada en la desembocadura de los ríos Ulla y Saar, la
urbe a la que llevaron los legionarios romanos la fe cristiana desde
Legio
a través de Lucus
Augusta, y
allí,
en
las proximidades del Olimpo celta, levantaron su Iglesia, eligieron
su obispo y difundieron su fe, no sin problemas, pues fueron objeto
de reiteradas persecuciones que no cesaron hasta la promulgación del
edicto de Milán.
Dí
descanso al imaginario caballo para atender la llamada de la
curiosidad, atraído por las estrellas, extasiado en su observación,
en una lluvia de fugaces, encontré un agujero en el firmamento,
entre Casiopea y el Arado, una ventana estelar en la Vía Láctea, y
en ella aparecían de forma intermitente, sucesiones de imágenes que
mostraban un manuscrito en el que podía leer como en un libro.
Preso
de excitación, alcé la tapa y apareció la figura de un hombre de
alta estatura, blonda melena, barba larga, ojos verdes y noble
ademán, su rostro de agradables facciones, irradia bondad.
La
magia de Prisciliano me alcanzó leyendo en las estrellas su propia
vida, estalló en mi cerebro, como el pensamiento que acude para
llenar el vacío de los sentidos, afloro
el
milagro de la palabra y con voz profunda,
segura
y armoniosa, clamo:Sé
que eres, Amangon, buscador de herejes, estoy ante ti fruto de la
ilusión, ella ha hecho posible este encuentro; tienes la
oportunidad de conocer y recuperar la parte de mi vida que a sido
borrada de los escritos de los hombres, muchas veces enterrada, para
que sobre mi tumba, pudieran crecer sus ideas y borrar mi memoria.
Hay incluso algunos que sobre mi fosa han edificado leyendas
insostenibles en el tiempo, enterrando con mentiras la verdad.
Conserva
la ilusión, no te separes de este tiempo, no abandones la
inocencia, y acudiré a ti, te contare donde nací y crecí, cual
fue mi adolescencia como fue mi vida...y empezaré con lo que muchos
han supuesto; que nací en Galicía, en cambio otros lo niegan,
afirman incluso, sin pudor, que no pise las tierras gallegas, algunos
se atreven en atribuirme maldades sin reparar en contradicciones,
también los hay que exageran mis virtudes.
Mis
enemigos, irreconciliables, Hydacio de Emerita é Itacio de Ossonoba,
dedicaron su vida a combatir mis ideas, aprovechando sin escrúpulos,
todas las oportunidades, licitas e ilícitas, recurriendo a la
mentira y a la calumnia. No dudaron en utilizar las leyes romanas,
aunque, muchas veces se vuelvan contra ellos. Vierten acusaciones de
gnóstico,
maniqueo, hereje y muchas más difamaciones que iras descubriendo.
Comenzaré
por decirte que vine al mundo el diecisiete de las calendas de
febrero del 329, en la Quinta Herminia, entre la alegría y
expectación de esclavos, libertos y clientes. Fui acogido en los
brazos de mi padre, tribunus
laticlavius,
en la ceremonia sublatus,
de no haber sido así, el Páter familias, dueño del hogar y de
todos sus miembros. podía haberme abandonado para que muriera, hecho
que podía darse en las familias romanas, aunque rara vez sucedía.
Nueve
días después me inscribieron en el censo, como establecían las
normas romanas, con el nombre Marcio Julio Prisciliano.
Quinta
Herminia es una de las grandes propiedades de mi padre, está ubicada
en la margen izquierda de la vía que une Iria con Luccus Augusta y
que discurre paralela al río Ulla, a una jornada de camino de Iria
Flavia.
Mi
familia goza de grandes privilegios heredados y bien ganados por mi
padre, Vernio, luchando en las galias de donde regresó cargado de
tesoros y muchos esclavos. Su condición de Tribuno le hace severo
pero justo, por ello, es admirado y respetado. Gran cantidad de
clientes dependen de su protección y el prestigio que le otorga le
exige ayudarles cuando lo necesitan, proporcionarles alojamiento,
prestarles dinero, encontrarles esposa y asistirlos legalmente. Esta
situación le concede poder y gloria, además, muestra la importancia
de la familia.
La
domina, Ágape, mi madre, es inteligente, culta, hermosa y muy
bondadosa; supervisa las tareas de la casa y todos cuantos acuden a
ella obtienen satisfacción. Cuando mi padre se ausenta, y lo hace
muchas veces, su palabra es ley para esclavos y para clientes.
Me
adora y mima con gran cariño. A ella le corresponde darme la primera
enseñanza y de ella la recibí, durante siete años, puso en mi
formación todo su empeño y mucho amor.
En
los siguiente siete años, aprendí a leer y escribir y aritmética;
con Breto, un profesor contratado por mi madre, asesorada por
Elpidio, quien se encargo de mi instrucción en latín y griego.
Mis
maestros, Breto y Elpidio, vivían en Quinta Herminia, eran libertos,
esclavos manumitidos,
inscritos
en el censo de ciudadanos. Me tienen alta estima, y me acompañaran,
fielmente, a lo largo de mi vida.
Elpidio
me enseñó Astronomía y Astrología, dirigió todos mis estudios en
Humanidades y en Gramática, no solo en la primera etapa, también lo
hizo durante las restantes, es mi retor y amigo.
Me
contagio sus pensamientos al tiempo me inculcó su amor a la
naturaleza, mostrándome como extraer de las plantas sus dones
curativos.
Recién
cumplidos los dieciséis años, accedí a la ciudadanía romana con
plenos
derechos, en las fiestas de Liber
Páter y Libera.
Entregué a los dioses la praetexta
y la
borla
que lucí durante la infancia, me vestí con la
toga viriles
y acompañado por mi familia, amigos y clientes, me registre como
ciudadano romano. Celebré mi nuevo estatus
con
grandes banquetes y a mi vuelta de Iria Flavia. Rodeado de amigos,
entre fiestas y celebraciones, descubrí el amor y la carne, fui de
mujer en mujer y de orgía en orgía.
Pasan
los meses haciendo pequeña la Quinta y sus alrededores, incluso Iria
Flavia no me complacía, Breto y Elpidio, deseosos de complacerme me
propusieron viajar para conocer otras tierras, así fue como comencé
a recorrer montes, aldeas y ciudades.
Abandonamos
Quinta Herminia en busca de parajes mágicos, siguiendo los caminos
cantados en las leyendas populares, difíciles de encontrar,
principalmente,
aquellos que necesitábamos para reencontrarnos, en un mundo
paralelo, con nuestros antepasados.
Persiguiendo
este objetivo,
visitamos
a Tremuz, afamado mago, pariente de de Breto, afincado con su familia
en los montes Oleron,
ya antes de llegar estaba dominado por la fascinación, ella vino a
depositarse en mi mejilla, trocada de mariposa, posó sus doradas
alas con tanta suavidad que me sentí caminando sobre los vientos.
El
mago del monte
Oleron,
me acogió en su morada, una tosca cabaña ovoidea con muros de
piedra y techo de paja seca, y me trato con gran deferencia, fui
privilegiado con el mejor asiento, el más cercano al fuego del lar,
allí, Tremuz, me mostró sus mágicos poderes, hizo aparecer en sus
manos un vaso rebosante de oloroso liquido y del mismo modo,
reluciendo y flotando, vino a mi, mientras le escuchaba decir : ¡con
este Grial, símbolo de poder, y esta bebida divina, encontraras el
conocimiento y la paz de tu espíritu¡ ¡Todos cuantos beben de él
llevaran sobre su frente la estrella de la bondad¡
Bebí,
me entregué al encantamiento, durante varios días, no los puedo
precisar, volé sobre nubes de tormentas, en los brazos de la diosa
Andarta,
sintiéndome capaz de sembrar tempestades y de amainar los
vientos. -diosa
de la victoria-
Desperté
en medio de una terrible pesadilla en la que veía mi cuerpo
picoteado por cuervos y coronejas ante la mirada complaciente del
pálido rostro de Ankou.
-Ankou
es la última persona que muere al final del año, se convierte en
siervo de la Muerte, se encarga de llevarse las almas de los que han
de morir, lleva la guadaña al revés y va en una carreta que
chirría, anunciando al que encuentra en su camino, que fallece este
año-
De
vuelta de las tierras de Tremuz, volaron sobre nuestras cabezas
bandadas de cisnes boreales y atraídos por su majestuoso vuelo,
seguimos su ruta, caminando por la calzada de la Vía Nova, hasta
tropezar con Xandiás, una gran mansión, asentada a las orillas de
las aguas del olvido, allí donde la memoria se hace oscuro sueño y
se desvanece. Mi memoria no flaquea en el recuerdo del encuentro con
Flavio,
joven propietario de Xandiás y su buen amigo Flaminio,
quien
nos llevó por las las tierras de los Corpori,
-tribu
de origen celta-,
que dan comienzo en las mágicas aguas del rió Leteo y se extienden
hasta las del padre de los mil ríos, el Miño.
Las
tradiciones de los Corpori, se hunden en la noche de los tiempos y
sus creencias están regidas y dirigidas por la casta sacerdotal
de los Druidas; unos, los guías,
se encargan del carácter religioso, de la filosofía, el derecho y
ciencias de la naturaleza, los Bardos
del canto y la poesía, y otros, los Vates,
de la adivinación -
la adivinación tras la realización de sacrificios-.
Estas
tribus tienen veneración por los elementos de la naturaleza,
bosques, ríos, lagos y los ciclos solares tienen una gran influencia
en sus actos; creen en la inmortalidad del alma, combinan dioses
tribales con abundantes divinidades locales.
Iniciamos
nuestra ruta, bordeando la laguna encantada, formada por
lenguas
de aguas plateadas, bajo ellas, según la leyenda, está sumergida,
fruto de un terrible encantamiento, la antigua ciudad de Antioquia
-la
tradición cuenta que se la puede ver bajo las aguas-
el misterio rodea la gran laguna con densas nieblas matinales que
son expulsadas por la luz del sol, el Astro la ilumina con sus rayos
y así puede mostrar todo el esplendor la naturaleza, reviven
todos los seres y llenan de alegría sus verdes veigas.
Flaminio
nos guió hasta los confines de las tierras de los Corpori para
encontrarnos con Belesar, el
gran encantador.
Llegamos
con la primavera, vadeando las riberas del Miño, evitando pasar por
el territorio de los Seurri, que son muy hostiles con los extraños.
Belesar
conoce
las
hierbas mágicas y sus propiedades curativas, las fuentes de salud y
las aguas que curan la locura; tiene tal poder que puede convocar a
las lluvias y nos obsequio con sus enseñanzas.
Vencidas
las emociones, entregado al aprendizaje, inspirado en las leyendas,
bajo los efectos de un hechizo me encontré transitando por los
lugares adoración a los dioses, las alamedas sagradas, comprendí la
necesidad del ser humano de sentirse protegido y amparado por fuerzas
divinas y halle a Luccus, dios guerrero, inventor de las artes,
protector de los viajeros. (-con
un rostro tan resplandeciente que ningún mortal puede soportar
mirarle a la cara-)
En
las tierras de los Vates,
Froián, Arxemil, Goián, Mondín, Tremeado y Padriñán, grandes
adivinos, fui recibido entre discordias; su concepto de la
hospitalidad les lleva a disputar darme acogida y albergue, quien
gozara de mi presencia y esta circunstancia, me obligo a satisfacer
sus deseos, ordenadamente, repartiendo mi tiempo para cumplir con
todos.
Permanecí
al lado de de Belesar hasta el solsticio de verano.
Ausente
de mis tierras, más tiempo del previsto, recibí de improviso, en
las alas del ruiseñor, el mensaje de retornar a Iria Flavia. Me puse
en camino, con urgencia, alertado por la intuición.
Llegué
a Quinta Herminia al tiempo de ver como se abrían las puertas del
más
allá
para dar entrada a mi madre, que abandonó este
lado,
plácida y serena, dirigiéndome sus ultimas palabras:
¡Hijo
mio que la vida te sea leve¡
Tras
los actos funerarios, incapaz de quedarme en la villa, partí rumbo
al sur, acompañado por Asarivo y Juliano, disfrutando de la amistad
que había surgido entre nosotros.
Llegamos,
tras arduas jornadas a Conimbriga,
donde permanecimos unas semanas en gran armonía, a la espera del
apaciguamiento de focos subversivos que hacían inseguro la llegada a
Emérita
Augusta,
nuestro destino final, al no mejorar la situación, no siendo seguro
acercarnos a la metrópoli, nos desplazamos hasta Norba, la ciudad
fortín, en la que se resguardan las legiones romanas que protegen la
Vía
Argentium.
Proseguimos
el viaje, retrocediendo hacia el norte, a
Pallantia,
apenas parando en las ciudades de Capera,
Salmantica, Intercali Septimanca,
recalando finalmente en
Legio.
No
recuerdo bien los meses que permanecimos allí, pero fueron
agradables, de ello se encargó Didimio, joven Legado de la VII
legión que había servido bajo las ordenes de mi padre.
Partí
hacia Caesaraugusta
rumbo a
Burdigala,
para asistir a la escuela del retor Delfidius,
con el que debía completar mi formación, allí me estaban esperado
Elpidio y Breto.
Caesaraugusta
esta situada en la margen oriental del rió
Iberus,
ocupa un importante lugar en la provincia romana de Tarraconensis;
desde su capital, Tarraco,
llegaron los primeros cristianos, veteranos de las legiones IV, VI y
X, fueron colonizando las tierras próximas al tiempo que abrazaban
el cristianismo, la ciudad es una gran metrópoli y tiene mucha
actividad agrícola. Durante los días que permanecí en ella era
incesante el paso de carretas cargadas de cereales. Continué mi ruta
hacia Burdigala y me vi obligado a parar en
Iacca,
al
mando del fuerte puerta del Summo
Pyreneo se
encontraba mi tío Arno,
hermano de mi madre, no me dejo partir y me escolto, durante varios
días, más allá de la Civitas
Iturissa.
En
este punto, tormentosas interferencias, diluyeron la visión,
hicieron imposible mantener la conexión con el hereje,
tuve
que salir del mundo de la ilusión, abatido y entristecido.
¡La
magia de Prisciliano me había abandonado¡
Intenté
encontrar otros lugares para observar las estrellas, subí a las
cimas de los montes más elevados, busque en mi interior, analice si
fueron realmente las condiciones meteorológicas las que me
apartaron,de Prisciliano, todo en vano, no encontré respuestas y
empecé a sentirme preocupado, creyendo ver y no viendo al hereje.
En
mi desesperación, decidí proseguir la investigación, acudiendo en
busca información con los métodos tradicionales, alejados de la
magia y cuando más dudaba en reencontrarme con él, recordé sus
palabras, ¡mientras
conserves la ilusión y no pierdas la inocencia¡...
¡Esa
era la clave de la conexión¡
¡Solo
en la magia del hereje podría encontrarme con su vida¡.
Llegado
a esa conclusión, en mi pensamiento cesaron las tormentas y
vino
la mejoría del tiempo, anunciado en la luminosidad de Venus, el lucero
del alba, predecía una noche estrellada, propicia para encontrar
la magia y en ella, la ventana en la que poder leer en el manuscrito
estelar...
SEGUNDO ENCUENTRO
Al
caer la noche fui en busca de Casiopea, y aunque en las noches de
luna
quieta, corren fugaces las estrellas haciendo difícil encontrar
ventanas
mágicas, mis pensamientos no tardaron en responder,acaban las dudas
con las imágenes del hereje, mirandandome, displicente, hablándome
quedo:
Amangon,
no he dudado en venir a tu encuentro, solo esperaba que fueras capaz
de distinguir, por ti mismo a los herejes, antes de contarte a que
fui y como es mi estancia en la Aquitania, ahora que estoy entrando
en Burdigala, lejos de mi tierra natal, rodeado de amigos, nuevos y
antiguos, ufano y orgulloso de contar con ellos. Tanto me honran que
cuando llegue a la ciudad, lo hice precedido de inmerecida fama de
Vate
con mágicos e ilimitados poderes.
Me
encontré en una ciudad llena de bullicio, plagada de legionarios,
carros cargados con hierro, cobre, estaño, oro y productos de
artesanía, escoltados
a
caballo y a pie, hasta los almacenes portuarios donde son embarcados
para Roma.que
se mueven sin parar, bien pertrechados,
La
riqueza de la ciudad, dada en gran parte por el comercio marítimo,
muestra todo su esplendor en sus monumentos; el gran anfiteatro, el
circo, el teatro y el arco triunfal, erigido en honor a Trajano y el
templo de Marte.
Al
menos dos legiones mantienen la guarnición, pues, a pesar de sus
murallas, sufre las acometidas de las tribus barbaras siempre
dispuestas a la conquista de sus riquezas.
Una
vez en vez instalado bajo la protección de Delphidius,
que goza de amplia fama y respeto popular, y que no dudo en admitirme
en su escuela. Me dispuse a recorrer unos itinerarios, previamente
trazados por el
retor para
conocer
el modo de vida de los pobladores, de la Galia y la Aquitania,
llegando hasta Tréveris. Cruce el Mosela, entre Augusta Treverorum
por la Porta Nigra,
la puerta de acceso al recinto amurallado, disfrute de las aguas de
sus termas, acaricie la Túnica Sagrada que Elena, madre del
Emperador Constantino trajo de Jerusalén y ore a Jesucristo,
Salvador y redentor, ¡ten misericordia de nosotros y de todo el
mundo¡
Retorné
a Burdigala, en los momentos en los que la situación hostil de las
tribus barbaras había decaído, esto nos permitió trasladarnos a la
quinta de Delfidius,
situada fuera de la zona amurallada.
Delphidius,
es además de catedrático de retórica, poeta, descendiente de
druidas, amante de la naturaleza, siente añoranza por las realidades
transcendentales, las que se alcanzan mediante saberes y técnicas
que introducen al hombre en la esfera de lo divino, le atrae y le
sugestiona el
otro mundo, echa
mano, si es preciso, de las ciencias ocultas; magia y de la
astrología,
y
en general de las Sagradas Escrituras.
Convirtió
su casa de campo en un centro abierto de meditación y de
participación común en el que tenían cabida, en igualdad, hombres
y mujeres.
Mucha
gente piensa que fuimos expulsados de la ciudad, lo cierto es que nos
apartamos de su bullicio, la necesidad de meditar, nos llevo a
separarnos de la urbe para poder dedicar nuestro tiempo al estudio
de
los libros sagrados, a las lecturas de los Evangelios, creamos una
escuela y proclamamos la liberación del hombre a través del
conocimiento; muchos opinan, que,
en
contraposición a la salvación a través de la fe. Tratamos sobre el
orden moral cristiano, el conocimiento del cosmos para obtener una
visión integral del mundo.
Este
período de estudios, despertó mi espíritu filosófico, descubrí,
que la búsqueda de la verdad puede hacer feliz al hombre y junto con
Elpidio, Latroniano, el poeta, Tiberiano el prosista y otros
compañeros letrados, nos aplicamos en interpretar y traducir los
Evangelios de Tomas, Juan y Andrés. Acudimos al continuo manejo de
las Sagradas Escrituras, como hacían muchos, para aprenderlas de
memoria, a promover una espiritualidad profunda, nos acercamos al
esoterismo y a los poderes del cosmos, fuimos en busca de piedras
sagradas en las cuevas prehistóricas, tras el rastro de Ambigat,
Beloveso
y
Segoveso.(-Rey
mítico “que combate por los dos lados” y sus sobrinos-)
Creamos
una "escuela de cristianismo" una comunidad de pensadores,
en la que tratamos sobre la mundanización de la Iglesia, la
abolición de la esclavitud,
la
conjunción de lo oculto y de lo carismático, la importancia de la
pobreza y el ascetismo como virtudes esenciales de la Iglesia de
Cristo; hicimos votos de pobreza absoluta, y también de castidad, y
concluimos en la necesidad de la reforma moral y espiritual de la
Iglesia. Acordamos llevar este mensaje, nuevo y antiguo, como medio
para regenerar la conciencia cristiana.
Si
tu, Amangon, buscador de herejes, supieras cuanto amor me profesa
Prócula podrías entender el que Urbica tiene a Latroniano y
comprenderías lo difícil que resulta escapar de las tentaciones de
la carne, doblegar los deseos, sino te guía el amor a Dios.
Delphidius
me estima, él y su esposa Eucrocia,
desean tenerme a su lado; me colman de atenciones y ven con buenos
ojos mis relaciones con su hija Prócula,
pero los años que compartí con ellos, inolvidables, habían
llegado a su fin; era el momento de difundir nuestras tesis, de
formular las cuestiones fundamentales de la fe cristiana, de
recuperar la Iglesia para los pobres, de llevar nuestro apostolado a
los hombres.
Mi
modo de pensar cambio radicalmente, descubrí conceptos como que la
búsqueda de la verdad puede hacer feliz al hombre, añoraba mi
tierra y decidí volver a Quinta Herminia, ¡Iria¡, ¡Iria Flavia¡,
resuena en mi mente y a pesar de ello tardé en regresar, varios
meses.
Era,
mi intención, desplazarme por la vía que une Burdigala
con Asturica
Augusta,
y sinembargo, antes de llegar al Imus
Pirenaeus, al
pie de una torre de estructura cónica,
marca
de una victoria
y
a su lado, tras un altar de incineración y consagración,
aparecieron
ante mi unos pastores ancianos, burdamente vestidos con pieles de
cabras mal curtidas, diciéndome: ¡maestro,
tu viaje bien puede esperar, nuestra tristeza no tendrá fin si tu
magia no nos ilumina¡ ¡Ven con nosotros a nuestra aldea¡ ¡Difunde
la verdad¡ ¡acaba con nuestra soledad¡
me tendieron sus manos, cuando fui asirlas, desaparecieron, como si
de un hechizo se tratara, y sin saber como, me encontré, desviándome
a Osca la tierra natal del Diacono Vicente, venerado después del
martirio, que sufrió en tiempos del emperador Diocleciano, por no
doblegar su fe y negarse a apostatar.
No
fui bien recibido y percibí en mi animo, la sensación de ser
víctima de un encantamiento, me conjuré a los cuatro vientos para
deshacerme de cualquier hechizo y liberado por mis conjuros, continúe
camino a Caesar
Augusta
donde salieron a recibirme un nutrido grupo de gentes, guiadas por
Flaminio para acogerme en fraternal hermandad. Atendiendo sus
peticiones nos reunimos en varias ocasiones, tras una capilla
dedicada a las divinidades locales, en las cercanías del teatro
construido por Tiberio y allí, iluminados por los rayos de la luna,
rezamos cantamos y bailamos para glorificar a Jesús.
Partí
hacia Clunia,
parando, brevemente, en Allabone
y Turiasso.
En mi ruta, al pasar por Numantia, mi corazón fue apresado por extrañas fuerzas, latía con desmesura, mientras mi alma percibía mensajes del más allá, voces clamando venganza, mezcladas con gritos de valentía que infundían terror; el mal surgía en la energías de las rocas, las fuerzas oscuras y pérfidas que vencieron la batalla, se sentían en los vientos. Me aleje con la sensación de haber pasado por una ciudad de muertos, muertos que no cejarían en su empeño de derrotar al invasor.
En mi ruta, al pasar por Numantia, mi corazón fue apresado por extrañas fuerzas, latía con desmesura, mientras mi alma percibía mensajes del más allá, voces clamando venganza, mezcladas con gritos de valentía que infundían terror; el mal surgía en la energías de las rocas, las fuerzas oscuras y pérfidas que vencieron la batalla, se sentían en los vientos. Me aleje con la sensación de haber pasado por una ciudad de muertos, muertos que no cejarían en su empeño de derrotar al invasor.
Entré
en Clunia
perseguido por el frío viento del norte, buscando abrigo corporal y
espiritual y encontré refugio entre los feligreses de Salviano quien
me acogió en su casa de Cauca.
De
este primer encuentro salio nuestra comunión de ideas y la decisión
de predicar
una
doctrina fundamentada en las raíces evangélicas,
la
pobreza y el ascetismo como virtudes esenciales de la Iglesia de
Cristo, combatir el mal, recuperar la iglesia para los pobres.
El
frío y crudo invierno me retuvo en la ciudad hospedado por el
benevolente Obispo, compartiendo creencias y estableciendo la forma
de difundirlas.
Vino
la primavera y reinicie el camino para recalar en Lucus
Augusta, no
sin sentir en los aires que azotaban mi rostro, vientos malignos que
huelen a muerte, llegue en el atardecer, cuando las nieblas empiezan
a poblar la ribera del río, pareciéndome ver, entre la bruma, al
siervo de la muerte, -Ankou-
rondando por los alrededores. Al
amanecer, en medio de vapores de aguas calientes, dirigí la vista a
las murallas que protegían la ciudad, tan inmensas y altas que no
dejaban ver sus casas, vi marchando sobre ellas a los legionarios y
contemplé, impresionado, el galopar de los caballos arrastrando
cuadrigas.
Mis
sentidos, sin duda me traicionaron, creí estar viendo al Dios Luc,
sentado sobre la cúpula del templo de Issis;
y en estas, un grupo de fieles, que esperaban mi llegada, me conducen
a la metrópoli, entre cánticos y bailes y no cesan de tocar mis
ropas, como si en ello encontraran consuelo.
A
ellos, mi fama de sanador, les llegó en forma de santidad, esperan
que les libre de la peste que azota la ciudad.
Las
puertas de la muralla habían sido cerradas, pretendían cerrar el
paso a la peste, ella pudo entrar y nosotros no pasamos.
Nos
quedamos al pie del manantial de aguas calientes y procuramos
auxiliar, corporal y espiritualmente a todos los que vinieron en
nuestra busca. Hasta el Obispo Sinfonio, salio de la ciudad y acudió
con fieles, enfermos incurables, entre los que había cojos y ciegos,
pretendiendo que con mi presencia y palabra los sanara.
Con
la ayuda de Juliano y Elpidio, sobre las ruinas de la capilla de
culto a Jano, junto a las abandonadas termas, utilizando nuestra
ciencia y conocimientos de la naturaleza, sanamos y reconfortamos a
las gentes, orando a Jesús. Mientras en la urbe, la Diosa caía en
desgracia al no haber socorrido a la población, víctima de la
terrible epidemia.
Nuestras
oraciones y practicas, llevaron el consuelo a los corazones de muchos
de sus habitantes. Sanamos enfermos de peste pero no curamos, ni a
los ciegos, ni a los mancos y cojos como pretendía el obispo.
¡Sinfonio,
nunca pensó que los ciegos verían, que los cojos caminarían
que
nadie sanaría¡ ¡Creyó descubrir en nosotros, la herejía¡ y se
entrego al rezo y al vilipendio, acusándonos de practicar el engaño,
mientras socorríamos las gentes que acudían en busca de ayuda.
¡Sanamos
almas y cuerpos¡
¡Llevamos
la paz al espíritu¡
¡Devolvimos
la confianza a los hombres¡
¡Los
iniciamos en la doctrina de Jesús¡
...
Y para el orondo Sinfonio, todo eran malas
practicas...¡brujería¡, ¡hechicería¡.
¿Quizás...
tu...Amangon,
también
pienses que en estas causas, hay herejía?
Sinfonio
temía perder poder y los privilegios inmerecidos; lejos de la fe
quiso probar la nuestra, no dudo en acudir al engaño, llevando a sus
feligreses a la creencia en que nuestros conocimientos eran fruto de
hechicería, para él, nuestro modo de vivir era contrario a la
Iglesia.
Era
tal su ignorancia que desconocía que desde los orígenes de la
Iglesia, hubo fieles de uno y otro sexo que abrazaron una vida de
plena imitación Jesús. y que permanecían vírgenes o guardaban
continencia, practicando la oración y la mortificación cristiana y
se ejercitaban en las obras de misericordia. Cristianos que se
comprometían a guardar la castidad por el Reino de los Cielos y
permanecían entre los demás miembros de su comunidad cristiana,
habitando en sus casas y administrando sus bienes, mucho antes que
nosotros, y nunca fueron considerados herejes.
No
sin sin esfuerzo, abandone la ciudad, siguiendo el curso del río,
aguas abajo, hasta Dactonio,
donde
acudieron, para verme,
Teilonxe, Calvor, Betote y Tosal, sacerdotes
adoradores de dioses paganos, locales, tenidos por guías y magos en
sus cercanos poblados y arrodillados ante mi, piden mis enseñanzas,
¡loado sea Jesús¡ ¡quieren abrazar la fe de Cristo¡, ¡Ser
bautizados, allí, en las aguas del padre de los ríos¡.
Mucho
tiempo caminando, predicando los Evangelios, siguiendo sus dictados,
seguido
cada
por más seres, necesitados del amor de Dios,
pidiendo
el bautismo, ante quien no había sido bautizado, me llevaron a
Iria Flavia, sin más demora.
¡Iria,
mi añorada Iria¡
Al
fin, contemplando los tejados de las casas de Iria Flavia, embargado
por las emociones y embriagado en el olor de la mar, sintiendo un
placer inigualable, finalice mi viaje, tras dos quinquenios de
ausencia;
Animado
por Elpidio, mediante el bautizo, abrace el cristianismo, fui
ordenado sacerdote, por Lucio, en su séde episcopal de Celenes;
me
entregué a Cristo, renunciando al diablo, al mundo, a la carne...y
... a
Prócula...
Prócula, ¡Dios mio¡ ¡Prócula, amarla no puede ser pecado¡
Lucio
estaba especialmente interesado en practicar un estilo de vida
ascética monástica a imitación de las practicas de los obispos
Rufino y Cromacio, y convocó un encuentro en Carporum
para difundir su credo, creo que también quería comprobar mis
conocimientos
en la ciencia considerada profana por muchos prelados.
Al
encuentro acudieron, libremente, clérigos y prelados de todas las
partes, vinieron sobre las aguas de los ríos, en busca la verdadera
doctrina de Jesús y entre cantos y rezos, dio comienzo nuestra labor
evangelizadora, al margen de Iglesia entregada a servir a los
poderosos.
Nosotros
queríamos una iglesia libre de ataduras, separada del sistema
administrativo del imperio, centrada en las raíces evangélicas del
cristianismo y rechazar con nuestro ejemplo, el creciente
enriquecimiento de las jerarquías, la vuelta a los principios del
cristianismo a los orígenes, una Iglesia unida a los pobres, así lo
expusimos y lo acordamos.
Comenzamos
a divulgar nuestras ideas a través de sesiones de lectura de los
textos evangélicos a las que asistían cada vez más mujeres entre
las que destacaba por su fe, Egeria.
Ella había recorrido Oriente en busca del Conocimiento, visitando
las iglesias mesopotámicas, dedicando mucho tiempo al estudio de la
enseñanza tomasiana que se impartía en Edesa,
desde donde trajo los evangelios de Tomas, Juan y Andrés y textos de
libros que hablaban del Conocimiento y de la Sabiduría.
Las
enseñanzas, algunas veces las hacíamos individualmente y a
domicilio,
en
el caso de las vírgenes consagradas a Cristo y de las viudas
encerradas en sus casas.
Nuestras
seguidoras, se organizan en grupos diferentes al de los hombres.
Están constituidas en comunidades compuestas por las maestras y sus
discípulas.
Ellas,
igual que los varones, siguen con rigor las enseñanzas,
según
sus fuerzas.
Donde
no había templo, nos reunimos, mujeres y hombres, eso si,
separados, en las casas, en las praderas y en los bosques; todos los
lugares son validos para alabar a Dios
para orar en común y cantar himnos.
Nuestro
mensaje se difundió, desde las ciudades, por las aldeas, como una
llama incendiaria; prende en el campesinado deseoso de alimentar su
espiritualidad, y fuimos creando grupos de fieles seguidores nuestros
predicados. Atrae por igual a los pobladores de las ciudades y de los
campos, día a día se van sumando a nuestra causa nuevos cristianos
fruto de nuestra labor apostólica, también se unen muchos creyentes
que comparten nuestra forma de vivir la doctrina de Jesús.
Simposio,
obispo de Asturica
Augusta,
fue uno de los primeros en abandonar el boato y las riquezas que le
proporcionaba su jerarquía, haciendo una demostración de humildad,
llevó su Iglesia a Aquae
Urentes,
con él fueron los clérigos afines. Su hijo Dictinio
ocupó la sede ordenando nuevos sacerdotes. Hubo, obispos que
siguieron a sus clérigos entregados a nuestra causa para no quedarse
solos.
Nuestro
mensaje es un canto a la vida y a la esperanza, conecta con los
pobres y se propaga con rapidez.
¿Sabes
porque?
Eran
momentos de furia de los campesinos -época
final de la "bagauda"-
que desembocaron en el ataque a los ricos latifundios y nosotros,
enarbolamos la bandera de la paz, predicamos amarse los unos a los
otros, el amor a Dios.
¡Adaptamos
la liturgia al primitivismo pagano sin contravenir la ley de Dios!
Además recibimos con los brazos abiertos a quienes abandonaron la
disciplina de la Iglesia cada vez más corrompida que se iba cargando
de privilegios que obtenía a cambio de prestar servicios al
emperador.
¡Porque
predicamos con el ejemplo, practicamos la castidad y vivimos en la
pobreza¡
¡Tu
has venido en busca de un hereje¡
¿Encuentras
la herejía?
¿Es
herejía el recogimiento que libremente practicamos?
¿Es
herejía nuestro amor por Cristo?
¡Tu
pensamiento es del siglo XXI, a el he venido yo¡
Ven
tu ahora conmigo, a mi tiempo, a mis treinta años y entrarás en
Cauca
donde Salviano
y todos sus clérigos han hecho votos de castidad y abstinencia de
alcohol, igual que habían hecho
Instancio
en Salmantica
y Herenas en Braccara
Augusta,
quien además, prohibió el matrimonio de monjes y clérigos, de
igual modo procedieron los obispos Aquitanos,
Bonoso, Cromacio y Rufino,
siguiendo lo establecido en el Sínodo de Iliberri, donde se legisló
el celibato, pero no se cumplió.
La
iglesia ha relajado sus costumbres, distanciándose de las virtudes
esenciales de la Iglesia de Cristo, está más interesada en acabar
con los cultos paganos y en perseguir las desviaciones doctrinales
del dogma ortodoxo que de la salvaguarda de los principios
evangélicos de la doctrina cristiana.
Amangon,
ven conmigo a caminar por las ciudades y aldeas del norte de Iberia,
Gallaecia, Aquitania y también por Lusitania, sigue al hombre lleno
de amor ardiente a Cristo-Dios y a la Iglesia que vive del Espíritu
Santo.
Unete
tu voz a la nuestra, como hizo Latroniano, poeta, orador, azote de
seglares, en sus versos de condena al lujo y al poder secular de los
obispos, versos de alabanza a Jesús que llevan por el aire la buena
nueva de nuestro apostolado ¡Canta con nosotros¡
Quiero
desatar y quiero ser desatado
Quiero
salvar y quiero ser salvado.
Quiero
ser engendrado.
Quiero
cantar: cantad todos.
Quiero
llorar: golpead vuestros pechos.
Quiero
adornar y quiero ser adornado.
Soy
lámpara para ti, que me ves.
Soy
puerta para ti, que llamas a ella.
Tú
ves lo que hago.
No
lo menciones.
La
palabra engañó a todos,
pero
yo no fui completamente engañado.
Ora
por una Iglesia cristiana que toma fuerza en el imperio pero es
incapaz de acabar con el paganismo; los paganos en las grandes
poblaciones mantienen y conservan, tenazmente, el culto a sus
dioses. Mira como las disputas entre paganos y cristianos son muy
frecuentes e incruentas, sin embargo a nosotros nos respetaban,
muchos nos escuchan; no nos impiden difundir nuestro mensaje y más
aún, nos siguen.
En
la diócesis de los obispos Carterio y Lucio; Duos
Pontes y Octoduro,
acogieron
con fervor los postulados de renovación del mensaje
evangélico,
los principios de pobreza y castidad enseñados por nuestro
señor
Jesucristo. Carterio y Lucio rezan siguiendo el breviario de la
diócesis de Astorga, antiguo y rechazado por la nueva Ecclesia.
Llegados
a este momento, los avatares políticos, la instauración de una
nueva dinastía, la valentiniana, el credo niceno
y
las corrientes heterodoxas, desataron tensiones en las que nos vimos
inmersos, justo cuando nuestra voz comenzaba a ser oída, cuando
nuestra labor apostólica empezaba a fructificar, en las ciudades, en
los campos y en las aldeas
y
hasta
las casas de los montes,
donde
llevé el mensaje de Jesús; surgieron las querellas. Era evidente
que nuestros postulados despertarían las conciencias de una Iglesia
insegura, condicionada políticamente, pero no podíamos imaginar que
nos enfrentaríamos a quienes, creyéndose en posesión de la verdad,
defendían con ahinco el dogma ortodoxo, hasta el extremo de
demonizar a los que sosteníamos la necesidad de practicar la pobreza
y la castidad, vivir virtuosamente en la Iglesia de Cristo...Nos
vimos envueltos en conflicto teológicos, más bien en la
liturgia,... y nos encontramos... ¡Cristianos enfrentados a
Cristianos!
¡Tu,
Amangon, ya sabes que defendemos nosotros¡
¿Que
dirías que defienden nuestros adversarios?
¡Defienden
el poder y las comodidades en nombre del símbolo niceno, el Verbo,
el credo, el dogma de la Única Verdad!.
...Creemos
en un Dios Padre Todopoderoso,
hacedor
de todas las cosas visibles e invisibles.
Y
en un Señor Jesucristo...,
Y
claman, ¡Pobres
de aquellos, que dicen!: "Hubo
un tiempo en que no fue" y: "Antes de nacer, no era",
y: "Que de lo no existente fue hecho o de otra subsistencia o
esencia", a
los que dicen que "El
Hijo de Dios es variable o mudable",
a éstos...sobre ellos, caiga todo el poder de la Iglesia¡...
Y
nosotros rezamos como ellos: ...el
Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre...,
Dios
de Dios; luz de luz;
Dios
verdadero de Dios verdadero...
Y
nuestros rezos no les satisfacen y amenazan:
¡Caiga
sobre estos hombres el poder de nuestras iglesias¡ ¡Pobres de
aquellos que no respeten los ... Cánones¡ y vienen con...censuras, prohibiciones... persecuciones... ¡Privar
del bautismo a los herejes y del viático a los moribundos¡
A
quienes digan, pues, que hubo cuando el Hijo de Dios no existía, y
que antes de ser engendrado no existía, y que fue hecho de las cosas
que no son, o que fue formado de otra substancia o esencia, o que es
una criatura, o que es mutable o variable, a éstos... anatema..
¿Iglesia,
Iglesia católica? ¿Y donde ponemos a Jesús?
...¿Para
cuando dejamos su mensaje?
Nuestra
Ecclesia
Triumphans, pretende
suprimir el paganismo a fuerza de imponerlo en vez de convencer con
la fe a los adoradores de dioses paganos, no duda en acusarnos de
practicar un doble lenguaje, en calificarnos como la más falaz de
todas las sectas,
señalando
que protegemos con la falsedad, nuestra doctrina justificándola en
las Sagradas Escrituras, mediante el perjurio.
En
realidad, en la triste realidad, todas las disputas habían comenzado
mucho antes, proceden de Nicea, de cuando Constantino unificó el
imperio, y también quiso, unificar y uniformar el cristianismo; para
ello colmó de privilegios a muchos obispos, elevándoles a puestos
importantes, confiándoles, tareas más propias de funcionarios
civiles que de pastores de la Iglesia de Cristo, y en
Nicea triunfaron los defensores de la ortodoxia, Ossio de Corduba y
el diácono Atanasio, definieron la divinidad del Verbo, proclamaron
que el Hijo, Jesucristo, «Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero
de Dios verdadero, engendrado, no creado» es «consustancial» al
Padre.
¡El
credo¡, símbolo de fe, y lo aceptan la mayoría de los obispos
entregados a los deseos del emperador. Un emperador dedicado a
consolidar el imperio y engrandecerlo, que no duda en emplear todo su
ingenio para lograr mantenerlo unido y ejercer la primacía
jerárquica sobre cuerpos y almas... ¡Constantino¡,
Constantino,
adorador del Solis
Invictus,
convoca el concilio, no lo hace la Iglesia o algún obispo; más aún,
Ossio de Córdoba lo preside en nombre del Emperador.
¿Pero
quien es el emperador para decidir en nombre de la Iglesia?
¡
"Pontifex
Maximus" !
¡ese es Constantino !
Constantino, resume la realidad y dicta: a fin de conceder tanto a los cristianos como a los demás facultad de seguir libremente la religión que cada cual desee, ...nomen Christianum y permitir en adelante a cuantos quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente sin que les suponga ninguna clase de inquietud o molestia... como es propio de la paz de nuestro tiempo.
La
Iglesia creyó llegado el momento de formular con precisión la
doctrina acerca de algunas cuestiones de la fe cristiana: la
Santísima Trinidad, el Misterio de Cristo y el problema de la Gracia
y se
llevó
a cabo la definición del dogma católico en medio de batallas
teológicas.
Pero
no todo iba a salir bien en Nicea; Arrio y Eusebio de Nicomedia y sus
obispos seguidores, no firmaron el credo, y el emperador los condeno,
al exilio y la quema de sus escritos.
...Se
creo un amplio campo, donde crecían las herejías y por tanto
florecen los herejes...
¡Así
que tu, buscador de herejes, ya tienes donde encontrar al tuyo ó al
menos podrás confirmar, si es, quien tu buscas...
¿No
querías encontrar herejes?
¡Antes
tendrás que detenerte y observar¡
¿Que
está pasando en el mundo cristiano, desde la adopción del dogma del
credo? ¡Que el obispo Eusebio de Nicomedia, se opuso¡
y
ejerció su influencia sobre Constantino, adorador del pagano dios
del sol, y finalmente, en su lecho de muerte, fue bautizado.
¡Por
Eusebio de Nicomedia!
Se
levantó la condena civil a la doctrina arriana y:
"El
mundo despertó como de un profundo sueño y se encontró con que se
había vuelto arriano". ...
los obispos nicenos abandonaron sus diócesis y Ossio de Córdoba y
Liberio de Roma, ya ancianos, firmaron, ¡confesión de fe arriana!.
¡Para
encontrar al hereje, en mi tiempo, debes descubrir la herejía!, para
ello, tienes que situar los hechos en el momento en que se están
produciendo; acaba de morir Valentiniano, ferviente cristiano,
después de haber restablecido la completa libertad de cultos y
algunos de los antiguos privilegios del Cristianismo. Durante ese
mismo año, su hijo Graciano, nuevo emperador de occidente, otorga
favores a los cultos cristianos, renuncia, incluso, al titulo de
"Pontifex
Maximus"
y debes centrarte ahora en los hechos que vive la Iglesia
Hispanoromana.Higinio, a la muerte de Ossio heredó su cátedra, pero
no su santidad, halló su momento, posiblemente incitado, por
clérigos temerosos de perder sus privilegios, denuncio nuestra forma
de predicar los Evangelios, acusándonos de estar creando una nueva
Iglesia.
¿Una
nueva Iglesia? ¿nueva porque abre las puertas de los templos a las
mujeres, como participantes activas? ¿porque predica la abstinencia
de alcohol y carne, condena la esclavitud, no condena los prohibidos
evangelios apócrifos de Tomas, Juan y Andrés, utiliza el baile como
parte de la liturgia y ...una iglesia que busca la antigua perfección
apostólica?...
TERCER ENCUENTRO
En
Munda, población cercana a la ciudad de Corduba, capital de la de
la Bética, nació Higinio. Siendo aún muy joven, cruzo el puente
sobre el rio Baetis y enmedio de sus dieciséis ojos, observando sus
aguas, las que según la leyenda, arrastraban
oro,
se paro indeciso, contemplando el templo dedicado a Jano y la Iglesia
del anciano obispo Ossio, por quien, finalmente, se decidió.
En
la ciudad fundada
por Marco Claudio Marcelo como
emplazamiento militar para defenderse de las incursiones lusitanas,
en la metrópoli que vio nacer a Lucano, y al filósofo Séneca, hijo
de Séneca "el retórico", fue
bautizado y alcanzó la cátedra sin renunciar a los placeres
mundanos.
Higinio,
es, no lo dudes, un oportunista, esclavo de su gula, frágil en sus
creencias, y quizás asustado con nuestros predicados, recurrió a
HIdacio, prelado de Emerita
Augusta,
y no dudó en extraer de su biblioteca, todos los hechos considerados
heréticos; confecciono con ellos graves acusaciones contra mi y mis
seguidores, carentes de fundamento. Envió en escritos a Itacio de
Ossonoba
y a Dámaso de Mediolanum, vertiendo cuantas enjundias se le
ocurrieron; no escatimo nada, nos atribuyo celebraciones paganas,
rituales de brujería, orgías, ir descalzos, maniqueísmo,
gnosticismo, hechicería y practicas de magia.
Hidacio
obispo sucesor de Liberius, ejerce la primacía de la Lusitania en
la sede Proconsularis
de Emerita Augusta,
logró alcanzar influencia decisiva como primatus, adversario del
Arrianismo, recio defensor del dogma de la Santísima Trinidad; el
Misterio de Cristo, el problema de la Gracia y la definición de la
divinidad del Espíritu Santo, recién formulada en Constantinopla,
guían sus actos, condena la actuación de los adversarios con
exagerado rigor,
reparte
excomuniones de modo impropio, persigue
como herejes a todos cuantos se oponen a sus actuaciones. Hombre
precavido,
extremó
tanto el rigor en su diócesis, que obtuvo resultados
contraproducentes, aumentando el número de mis seguidores y siendo
abandonado por muchos de sus clérigos.
Para
atajar nuestra expansión,
Hidacio
apoyado por Itacio, promovieron la celebración de un Concilio para
rebatir nuestra fe, las ideas que consideraban heréticas; entrega un
commonitorium
en el que nos impone una disciplina de conducta y acaba haciendo
prevalecer su posición.
Así,
de este modo, nos vimos convocados en Caesar Augusta en la Iglesia
del obispo Valerio.
¿Crees
que al concilio iban en busca de la verdad?...
A
Caesar Augusta acudieron con la intención de censurar nuestra
aptitud, convencidos de sus razones; y yo no dudo, que guiados por la
fe, pero llegaran cargados de animadversión.
¡Abre
bien tu mente, tu que has venido en busca de herejes¡
¿en
mi busca?
Ahora
tendrás la oportunidad de encontrar la herejía; el juicio
eclesiástico, contra mi y mis seguidores, es el principal motivo del
Concilio, ¡y creían que no iba a estar allí para defenderme¡.
A
Caesar Augusta llegan convencidos de ser necesarios para la
cristiandad, quieren frenar los actos de herejía, cada vez más
frecuentes entre sus feligreses; se sienten abandonados por ellos, no
tienen respuesta y acuden en busca de soluciones, no aceptan
nuestras ideas de reforma moral y espiritual, peor aún las
combaten.
Van
llegando, Febadio de Ageo, Delfino de Burdigala,
Auxencio
de Toledo, Hidacio de Emerita Augusta, Simposio de Asturica Augusta,
Itacio de Ossonoba, Himerio de Tarraco; los obispos Carterio y Lucio,
acudieron mostrando desde el principio su desinterés por hallar
acuerdos, Eutyquio, Ampelio y Esplendonio,
por
el contrario, desean conciliación.
Esperamos
la llegada de Higinio, quien finalmente, no hace acto de presencia,
tampoco Salviano e Instancio.
Vienen
con el boato acostumbrado, seguidos de su séquito de aduladores,
algunos, traen la decisión tomada, han llegado esperanzados de no
encontrar contestación; aprovechan la hospitalidad y la generosidad
de Valerio, disfrutan de la placentera primavera que arropa la
ciudad, del agasajo que les dispensan y a pesar del ambiente
relajado, se les ve nerviosos.
Unos
están muy preocupados con nuestros predicados, incapaces de
prescindir de sus prebendas, creen que somos una lacra para sus
diócesis, también los hay que no les afecta y otros que no quieren
soliviantar a sus fieles. Se muestran contrarios a nuestras ideas,
sobre todo contra el celibato. ¿Sabes que hasta los paganos lo
practican?
Mi
inesperada presencia les genera un profundo desasosiego, diría, que
el malestar, les hizo iniciar la asamblea conciliar con
precipitación, sin tiempo para encomendarnos a nuestro señor, sin
plegarias, sin oraciones, sin pedir al Señor que nos ilumine en
nuestras decisiones.
Simposio,
al segundo día, abandona con precipitación el Sínodo, nunca supe
cual fue la causa, quizás. reprueba lo que esta aconteciendo.
Itacio
de Ossonoba, se dirige a la asamblea:
Prisciliano
y sus seguidores dejan que las mujeres lean la Biblia en casa de
hombres con los que no tienen parentesco, ayunan los domingos, se
retiran a las montañas, andan descalzos, Aman la noche, trabajaban a
la luz de la luna y muestra afinidad con rituales paganos,
sobre
todo agrícolas en los que usan el zodíaco, creyendo con ello
obtener mejores cosechas...leen libros prohibidos...
No
pude contenerme por más tiempo y estalle:
¡Jesús
llevaba sandalias! ¡los mismos libros aceptados conceden autoridad a
los libros apócrifos¡ confesé su lectura, y aún sabiendo que
estos contienen doctrinas heréticas; ¡el buen juicio puede separar
lo bueno de lo malo¡.
¡negué
los conciliábulos nocturnos,
una y otra vez¡
Puedes
creerme, Itacio, investido de gran autoridad, clama con fuerza,que
rendimos culto a dioses y héroes paganos, que usamos sus himnos y
utilizamos su liturgia contraria a la Iglesia... ...sigue con
acusaciones de idolatría y de prácticas mágicas, conjuros para la
obtención de mejores cosechas, invocaciones al sol y a la luna..
...cánticos y bailes...reuniones nocturnas, orgías y preso de
la ira grita:
¡Prisciliano
es un falso obispo¡
¡Es
un impostor¡ Acusa Hidacio: proclama que el diablo no es obra
divina, sino producto de las tinieblas, por lo cual nunca fue ángel,
¡rinde culto a los demonios¡ ¡Herejía¡
Protesté
con indignación... pero
Itacio
de Ossonoba, unió a la causa de Hidacio, otras varias acusaciones y
con más ahinco; emplazo al sínodo a utilizar la firmeza para
reprimir las herejías...
¡Este
falso obispo y sus seguidores¡, se atreven a defender la igualdad de
sexos para halagar a las mujeres... permitir a las monjas "tomar
el velo" sin
presencia de los obispos... exhortar a los clérigos para que
renuncien a nuestra jerarquía y practiquen una vida ascética...
convocar a reuniones campestres en Navidad y Adviento, a meditaciones
y ayunos fuera de los templos en la Cuaresma...leer "lo
que está de más"
...¡el
Hijo de Dios se encarnó para redimirnos, murió por nosotros y fundó
la única religión verdadera¡
y
estos herejes, opinan que no existe sólo la revelación escrita,
sino que hay una revelación perpetua del Verbo, siendo el grado
supremo de la fe el conocimiento de la Divinidad de Cristo, leen,
estudian y difunden los libros prohibidos...se proclaman obispos y se
apartan de nuestra obediencia.
¡Hereje¡
¡Hereje¡
¡Hereje¡
¡Estas
practicas son herejías¡ ¡herejías que deben ser castigadas ¡
¡Excomunión¡ ¡Excomunión, brama encolerizado¡
¡Excomunión¡ ¡Excomunión, brama encolerizado¡
¡
Defendí y negué con vehemencia tales practicas, explique con
profusión nuestra labor apostólica, como calaba el mensaje de
Cristo en la población, cada vez más cristianizada y menos pagana.
¡Nuestras
enseñanzas se extienden en todos los estratos sociales¡, ¡incluidas
a las familias ricas e influyentes¡,
¡en
vuestras diócesis os alejáis; en nombre de la ortodoxia, de los
principios evangélicos de la doctrina cristiana¡
¡Quiero
desatar y quiero ser desatado¡,
¡Os
cargáis de privilegios¡ ¡Os llenáis de vanidades¡
¡Lleváis
una vida superflua y vacía¡
¡Quiero
cantar: cantad todos¡
¿Guardianes
de que fe sois?
¿En
nombre de quien habláis?
¡Quiero
llorar: golpead vuestros pechos¡
¿Donde
habéis dejado a Jesús?
¡Tú
ves lo que hago¡ ...
Hidacio,
duda la legalidad de mi cátedra, Itacio me acusa de escándalos
amoroso, junto a Prócula y llegó a decir que era la reencarnación
de un brujo druida, vocifera contra mi:
¡vuestro
ascetismo conculca las normas canónicas¡
No
son capaces de responderme cuando les interpelo:
La
vida ascética cristiana es tan antigua como la Iglesia de
Jesucristo, desde los mismos orígenes, han existido fieles que
abrazaron una vida de plena imitación del Maestro: permanecían
vírgenes o guardaban continencia, practicaban la oración y la
mortificación cristiana y se ejercitaban en las obras de
misericordia, por el Reino de los Cielos
¿Los
ascéticos, que dependen de vosotros... porque no son mal vistos?
¿Donde esta la diferencia?
¿Acaso
la diferencia estriba en que nuestras enseñanzas escapan a vuestro
control?
¿Pensáis
que no tenemos buen juicio y que no somos capaces de separar lo bueno
de lo malo?
¿Como
puede ser condenable el manejo de Sagradas Escrituras, si hasta los
monjes las conocen de memoria?
¿Como
se puede reprochar la participación de las mujeres cuando el propio
Jerónimo, está rodeado de ellas en Roma?
¿Puede
condenarse que utilicemos costumbres paganas con el único fin de
atraerlos y así poder convertirlos en cristianos?
¿Puede
ser censurable que utilicemos canticos y bailes en nuestra liturgia,
cuando el propio Damaso lo hace?
¡De
nada sirvió mi disertación¡
¡Cierto
que nos cruzamos acusaciones epistolares¡
¡Cierto
que todos nos creemos en posesión de la verdad¡
¡Soy
lámpara para ti, que me ves¡, y
más cierto aún, que intentamos acercar posturas...
...El
obispo Valerio, anfitrión del sínodo, nos traslado las
recomendaciones de Dámaso, reclamando sensatez y evitar condenas,
sobre todo a los ausentes,
in absentia.
Retomé
la palabra ante la asamblea para recordar cuan alejados estábamos de
la Iglesia de Jesús, de la Iglesia de los pobres:
En
el Concilio de Iliberri, (celebrado
en Baetica a principios del siglo-),
se acordó
como
debía regirse la Iglesia con cánones draconianos que lejos de
aproximar
la iglesia a los creyentes, hacían que se alejaran de ella y
establece que no se reciban ofrendas con ocasión del bautismo,
rechazar las ofrendas de los excomulgados y de los poseídos por el
demonio; y vosotros habéis vendido el perdón a los excomulgados,
habéis aceptado ofrendas en el bautismo.
Iliberri
permite a los clérigos ganarse su propio sustento mediante la
negotiatio
(dedicación
al comercio),
siempre que no acudan personalmente a las ferias y mercados; esta
actividad, de mercaderes, reporta sustanciosos beneficios a muchos
clérigos, ha creado un clero ávido de
enriquecerse,
incluso
estáis exonerados de la collatio
lustralis
(-impuesto
exigido a los comerciantes-)
Extremáis
las exigencias, no en el dogma, sino en la liturgia y en la
subordinación al obispo primatus.
¿Donde
habéis dejado a Jesús?
¡Fueron
obispos los que los impusieron los cánones y... ¡Son obispos los
que los incumplen¡...Si
algún clérigo,... abandonase su oficio y quisiere parecer como más
observante de la ley, siendo monje, debe ser expulsado de la Iglesia,
... debe separarse de la Iglesia a los matrimonios de cristianos con
gentiles, «herejes» o judíos, no puede haber sociedad alguna entre
el fiel y el infiel... ...a los hortelanos que reciban la bendición
de sus frutos por judío...
...y para atajar posibles peligros de idolatría, prohibisteis las
representaciones pictóricas en las iglesias ...
Amangon,
buscador de herejes, has de saber que Itacio extremó tanto el rigor,
sin predicar con el ejemplo, que obtuvo resultados contraproducentes,
aumentó
en su diócesis el número de paganos y disminuyo el de los
cristianos, atribuyéndonos a nosotros la responsabilidad de tales
hechos.
¡De
ahí vine su odio a mi¡
¿Vas
comprendiendo, buscador de herejes, que se debate en el Sínodo?
¡No
fue posible entendernos¡
¿...y
como nos íbamos a entender?
¡Quiero
salvar y quiero ser salvado¡
...Proseguí
rebatiendo, una por una, todas las acusaciones, entre signos de
aprobación de algunos de los presentes; ...pero Hidacio e Itacio no
cejaron en sus deseos de condena y para defender sus intereses,
pedían excomuniones, para mi... y para mis seguidores.
¡Sin
fundamento teológico¡
Observa
los tiempos que estamos viviendo, las luchas internas de la Iglesia,
las peleas entre quienes rigen su destino y como da comienzo la
persecución de anacoretas, vegetarianos, clérigos con el cabello
largo... monjes sobrios …de todos aquellos que no se pliegan a los
deseos de los obispos que buscan la primacía.
Y...
El concilio censuro y prohibió practicas que ya habían sido
condenadas en Iliberri... y nosotros. nosotros no resultamos
condenados.
¡Itacio
e Hidacio no pudieron rebatirme, no supieron ó no quisieron¡
¡tenían otros planes¡. Un trama, en dos partes, su primera parte
daba comienzo, en el Sínodo, caso de no responder a sus
pretensiones,
obteniendo
mi condena, no se detendrían, y como la balanza de la verdad no se
inclino ni a la tierra, ni al cielo,
pusieron
en marcha, la segunda parte, acudir al emperador.
Graciano
abordó el tema condicionado por la ortodoxia de la Iglesia oficial
romana, aliada al trono imperial, alumbrado por la visión que
convenía a sus intereses, bajo el mismo contexto político.
¡Graciano,
dicta y ejecuta cuanto le aconsejan...no quiere problemas¡
Está
en una situación delicada que le hace buscar apoyos en la Iglesia
que a su vez necesita del amparo institucional para enfrentarse a los
movimientos disidentes, y... ¡Nosotros somos disidentes¡
Graciano
firma un rescripto imperial contra los herejes, contra nosotros, y
ordena que abandonemos las iglesias y ciudades, e incluso el
territorio.
¡No
me rendí ante las falsas acusaciones¡
Me
dirigí a Dámaso ¡Hay
quien
"
levanta falsas plegarias, entreteje de mentiras la verdad de los
hechos, y, disimulando nuestros nombres,solicita un rescripto contra
los seudobispos y maniqueos, que, naturalmente, consigue, puesto que
todo el que oía a los seudobispos y maniqueos les odiaba. Incluso a
un varón ilustre, hermano tuyo, el obispo Ambrosio, se le cuentan
todas las mentiras". Le
envié a Dámaso el
Liber Apologeticus,
rebatiendo
el libelo presentado por Itacio en el concilio,
redacte
el
Liber
ad Damasum epíscopus,
relatando
los sucesos que se desarrollaron desde la clausura, intente allanar
con mis argumentos los conflictos, en vano, negué los conciliábulos
nocturnos,
de
nada sirvieron mis alegatos sobre, de que,
los mismos libros aceptados conceden autoridad
a
los apócrifos,
de los que me confesé lector, aún sabiendo que estos contienen
doctrinas heréticas;
el
buen juicio puede separar lo bueno de lo malo. ¡No fui contestado¡
La
Iglesia y el Emperador, preocupados por nuestra creciente
doctrina,formaron un frente común para silenciarnos y crecieron las
diferencias.
¡No
hubo forma de acercar posturas¡
¡Y
lo intentamos¡
Para
llegar al entendimiento, Salviano e Instancio, emprendieron viaje a
Emerita Augusta: iban a entrevistarse con Hidacio, en mala hora,
¡tuvieron que huir¡ ¡el gran glotón en persona, salio a
recibirlos¡, ¡arengaba a una turba de exaltados dispuestos a
lapidarlos¡
¡Quiero
adornar y quiero ser adornado¡
¡No,
no fue posible entendernos¡
¡Juzga
tu mismo¡
Hidacio,
temiendo que se investigara su actuación contra Instancio y
Salviano, se dirigió a Ambrosio, le envió un informe, lleno de
falsedades, denunciando actividades heréticas, para obtener del
emperador, nuestra excomunión y destierro de nuestras sedes. ¡Y lo
consiguió¡
CUARTO ENCUENTRO
Ahora
nos encontramos en una situación anacrónica:
Cuando
un obispo es depuesto de su sede por concilio puede recurrir la
decisión ante la sede romana, el obispo de Roma tiene potestad para
declarar nula la decisión y someter la decisión a un nuevo
concilio, aunque eso si, deberá celebrarse en otro ámbito
territorial.
¡Pero
nosotros, en Caesar Augusta, no fuimos condenados, allí censuraron y
prohibieron nuestras practicas¡ ¡Nosotros fuimos depuestos por el
emperador¡
Comprendimos
que teníamos que ¡Acudir a Roma¡
Y
emprendimos viaje a Burdigala para procuran la intervención de
Delfidius, Eucrocia y de nuestros hermanos.
Viajé
acompañado por Instancio y Salviano con el objetivo de explicar a
Dámaso nuestra postura y defender nuestras posiciones, pero... el
propósito.... y...
¡Sigueme
hasta Roma¡ Vamos al encuentro con Dámaso, en otro tiempo
partidario de Félix, cuando estuvo enfrentado a Liberio,
reconciliado con él, se encuentran ahora guerreando contra Ursino.
Dámaso,
poeta y cantor, defiende, eficazmente, la primacía del obispado de
Roma: él quiere ser el padre de los patriarcas, el "Pontifex
Maximus", servir a Dios y al emperador, navega entre aguas. La
pretensión de ejercer una primacía jerárquica sobre el resto de la
cristiandad, guía todos sus actos.
¿Te
sorprenderías si te dijera que somos familia?
¡Pues
lo somos, pertenecemos a la misma tribu¡ ¡et
primus¡
¡Mi
buen Damaso¡ conocedor de mis de mis platicas
Tractatus ad populum, dirigidas
a los feligreses y la
Benedictio super fideles, donde
mostré
mi maestría oratoria, recomendó a Valerio:
¡no le dejes hablar, siempre que se le deja hablar y razonar vence
con su voz y su mente¡.
Dámaso
cree firmemente que nuestras tesis perjudican sus intereses,
¡Somos
un problema¡
El,
que introdujo en sus misas, canticos de aleluyas, sin que este hecho
constituyera herejía, rechaza y condena nuestra liturgia porque
utilizamos canticos y bailes.
Él,
que como yo, sufrió, la calumnia y la enemistad, por su labor entre
las damas, auriscalpius
feminarum,
le llamaban, envidiosos de sus méritos, no quiere acordarse de
nosotros, tampoco quiere recordar sus luchas con Ursino y sus
partidarios. No quiere volver la vista atrás para no ver como sus
seguidores, armados con sus herramientas de trabajo, hachas, espadas
y bastones, asaltan la basílica donde se refugia Ursino y sus
leales, lanzándoles teas encendidas, ocasionando centenares de
muertes...¡que aún deben dolerle en el alma¡
¡Mira¡
como recompensa los servicios que le presta Jerónimo¡ ¡Como le
exculpa de sus actos, cuando imitó a los eremitas de Oriente en
Aquilea, en torno a su Obispo Valeriano¡, ¡como le perdona la
formación de cenáculos, con sus compañeros, los obispos Bonoso,
Rufino y Cromacio¡ y como resta importancia a que en ellos se
cuenten historias y conversen sobre las Sagradas Escrituras.
¡Para
Dámaso y Jerónimo, son historias edificantes¡ ¿Porque?
¡Porque
sirven a los intereses del que quiere ser Pontifex Maximus¡
Jerónimo
había llevado una vida frívola y disipada, tenia problemas de
conciencia, y por tanto está lleno de turbaciones; su mente le lleva
a combatirlas con ásperas penitencias. Después de tanto peregrinar,
Dámaso, le acogió entre sus consejeros y le permitió hacer de guía
espiritual de mujeres piadosas. ¿No te parece curioso que para
dirigirlas por camino de la perfección, aconsejarlas y consolarlas,
utilizará las lecturas de las Sagradas Escrituras, ayunos y
canticos?
¡Jerónimo
practica retiros ascéticos que Dámaso no condena¡
¿Puede
que Jerónimo no fuera un hereje y nosotros si?
En
Roma,
mi
buen Dámaso, no se digno tan siquiera a recibirnos, no accedió a
entrevistarse con nosotros, y sabia lo que pedíamos, que no era otra
cosa que se retiraran las acusaciones formuladas, eso sí, mediante
la convocatoria de un concilio; no se mostró hostil, aunque, su
postura, ciertamente, no era diferente de su forma de vivir, ¡nadando
entre dos aguas¡
¡Ignoró
mis misivas ó me ignoró a mi¡
Dámaso
me negó como Pedro a Jesús.
¡El
primero de los obispos, el de mi gens, de la misma tribu¡ ¡et
primus¡,el que desea convertirse en Pontifex Maximus, se inhibió¡
¿Como
iba a intervenir él en una decisión arbitraria de la corte
imperial?
¡Señor,
Señor¡ ¡La
palabra engañó a todos, pero yo no fui completamente engañado¡
¡Llegamos
a Roma llenos de fe, cargados de razones, siguiendo la luz de la
verdad... tras nosotros, la sombra de la intransigencia, acechaba.
Mis
dotes de adivinación, no contemplaron la llegada de la segadora de
vidas, y ella, en la impunidad de la noche, se apoderó de Salviano,
sembrando el desasosiego en nuestros cuerpos y en nuestras almas.
Enterramos
a nuestro hermano, en la Roma que seguía siendo pagana, ante la
indiferencia y ausencia del obispo de una de las cuatro sedes de los
patriarcados originales, consolados por comunidades de cristianos y
asistidos por sacerdotes seguidores de Dámaso.
En
medio de las dificultades, vagando por las calles y plazas,
abundantes en estatuas de dioses; aquí
Saturno,
más allá Venus y Juno, y a las puertas del Senado, ante el altar de
la divinidad protectora del imperio, viendo como los senadores queman
incienso y derraman libaciones, antes de entrar o al salir.
¡Hallé,
una posible solución, un punto de referencia: ¡ ir a Milán¡
Milán¡¡Mediolanum¡
la
ciudad donde un joven gobernador, Ambrosio, se resistió a ser
elegido obispo, pese a ser proclamado unánimemente por el clero y la
comunidad, urbe donde los hombres, sienten la necesidad de demostrar,
continuamente su carácter aristocrático y hacen gala de sus Leyes,
tiene que ser un buen lugar para obtener justicia.
¡Ambrosio,
obispo de Mediolanum¡
al fin se rindió a la voluntad divina, recibió el bautismo y fue
ordenado sacerdote; ¡consagrado obispo¡, ¡eso si¡, ¡después de
ser secretario del prefecto de la ciudad¡
Muy
pronto supo de honores y de gobierno, igualo en dignidad al
gobernador; cierto que su vida sobria, la convirtió en austera, se
desprendió de sus riquezas, desechó las comodidades y se entregó
a... la penitencia... y...el Ambrosio, que había escondido su
timidez y su temperamento, airado e impetuoso; ...fue capaz de
ganarse al pueblo, ...y... ¡sin ser esto herejía¡, ¡se acostó
Gobernador y despertó Obispo¡
Confraternizó
con Jerónimo, Paulino de Nola, Paula y sus hijas, y además...se
convirtió en defensor de la virginidad, amigo del emperador y
...quería, hacer compatible, servir a Dios y al Cesar.
Ambrosio,
defensor de los pobres, ciegos, cojos, mancos y hambrientos, no dudo
en utilizar en su su liturgia canticos que en otros eran herejías e
incluso, se transformó en perseguidor de herejes.
¡El
que no había querido ser Obispo, alegando que no podían serlo, los
no bautizados¡ ¡Ese mismo Ambrosio¡ es quien, inicia una reforma
de la Iglesia, secular, que no moral y espiritual. ... se sabe que no
hay peor inquisidor que el converso.
Ambrosio
era rival de Dámaso,
pero no por ello atendió mi petición, mostró la misma indiferencia
y una inquietante ceguera, como la que padecen todos cuantos no han
visto la verdadera luz de Cristo.
Acudimos
al emperador y la corte imperial, titubeante, vacilante, no se
pronunciaba, nuestras esperanzas de ser recibidos por Graciano, se
dilataban en el tiempo.
Logramos
que nuestras suplicas fueron atendidas por el magíster
officiorum Macedonio,
quien medió ante Graciano para atender nuestras reclamaciones, le
convenció para anular el decreto y reponernos en nuestras sedes.
¿Buscas
herejes? ¿no te parece que te has confundido de época?
¡Vienes
a los tiempos de los mayores enfrentamientos entre los cristianos,
los momentos de los dogmas de fe. Dogmas que imponen los alejados del
primitivo cristianismo que predicaba Jesús¡
¡Convencí
a la corte del emperador, no a la curia, y además, logre que nuestro
mensaje se extendiera con mayor fuerza¡
Resuelta
la situación, conforme aumenta nuestra presencia, aumenta la
desconfianza de nuestros adversarios.
Hubo
obispos que abandonados por sus clérigos, no tuvieron otra
alternativa que unirse a ellos.,
¡Higinio
de Corduba se sumo a el y aún otros muchos¡.
Hidacio
no abandona e Itacio arenga sin descanso a sus correligionarios.
¿Vas
viendo, buscador de herejes, como se teje, entre la ortodoxia y la
heterodoxia?
¡Contempla
ahora, como nuestros hermanos, Hidacio é Itacio, estando obligados a
probar todas sus afirmaciones, así lo demanda Dámaso, rehuyen
hacerlo, mientras siguen empecinados en sus denuncias en los
tribunales civiles¡
Una
y otra vez, Macedonio, rechaza sus pretensiones, pues Macedonio,
sobornado, según ellos, seguía protegiéndonos; más aún, acuso a
Itacio de perturbar la paz de las iglesias, e Itacio tuvo que ir a
refugiarse en Tréveris, bajo la protección de Brittonio, para
evitar la cólera de Macedonio.
Macedonio
logró para Graciano la paz entre las iglesias cristianas
Flavio
Graciano, nombró a Teodosio Magíster
Militum,
Augusto,
emperador de Oriente y Teodosio quiere convertir el cristianismo en
la única religión del imperio, merced a sus edictos contra las
desviaciones doctrinales del dogma ortodoxo; él y no otro, convocó
a concilio en Constantinopla.
Y
cierto que asistieron muchos obispos, hasta Ambrosio envió una
representación... y allí nos convierten en heterodoxos.¿Que te
digo? ¿heterodoxos?
¿Tu,
seguramente, nos llamarías herejes?
Pero,
aunque no puedas creerlo, no nos condenan a nosotros.
Condenan
a quienes rechacen o pongan en duda la fe de ellos, a los que nieguen
la unión del Verbo con la humanidad en unidad de persona; aquellos
que afirmen que Jesús era un puro hombre en quien habitaba el Hijo
del Eterno Padre, y si Jesús no era Dios tampoco María podía ser
Madre de Dios. A los que dicen: "Hubo un tiempo en que no fue"
y: "Antes de nacer, no era", y: "Que de lo no
existente fue hecho o de otra subsistencia o esencia", a los que
dicen que "El Hijo de Dios es variable o mudable", a éstos
los anatematiza.
¡Así
es la Iglesia Católica¡.
Y
mientras tanto, en Roma los partidarios de Ursino, que no eran los
únicos en crear preocupaciones a Dámaso, le mantienen ocupado.
Al
lado del antipapa se agitan durante todo este tiempo los titulados
obispos cismáticos; luciferinos, donatistas y
novacianos...pero...¡nosotros no¡..
Y...cuando
la tranquilidad apareció y daba comienzo la paz.
Una
nueva tragedia se cierne sobre nosotros, viene de Britania, de la
mano de
Magno Clemente Máximo.
En
Britania, las legiones hartas de promesas y falta de soluciones a sus
demandas, eligieron a Máximo, embarcaron al continente, sometieron
la Galia y le proclamaron emperador.
¡Señor,
ten misericordia, ten piedad¡
Itacio,
bajo la protección del prefecto Gregorio, amparado por el obispo
Brittonio, en Tréveris, aprovechó la oportunidad; no tardó en
volver a presentar las acusaciones, ante la nueva autoridad imperial
y presentó un hábil escrito en nuestra contra, contando con el
apoyo del obispo destacado miembro de la Iglesia oficial.
Magno
Clemente Máximo,
necesita de su amparo, sabe que es fundamental para legitimar su
usurpación...
¡Ay
señor, señor, cuantos trabajos nos mandas¡
¡Magno
Clemente Máximo convocó a sínodo en Burdigala¡
...Desde
el
primer día reinó la hostilidad hacia el papel de las mujeres en
nuestras iglesias...
Volvieron las acusaciones
de mantener amores indecentes con Prócula, participar en orgías
nocturnas
con mis seguidoras, utilizar hechizos y encantamientos, falsos
conocimientos de la ciencia, de no admitir distinción de personas en
la esencia divina, sino sólo en los atributos, siendo el mismo Dios
unas veces Padre, otras Hijo y otras Espíritu Santo, de caminar
desde la ortodoxia hacia el anatema, sin rectificar, aún habiendo
sido reconvenido y advertido. Y agregó...¡practica la brujería¡
¡Es
un hereje... y todos sus seguidores lo son¡¡Falso obispo¡
¡condenado, depuesto y aún se rebela contra la autoridad de la
Iglesia¡
A
Hidacio, Itacio y Máximo, les interesa el sometimiento a la justicia
civil, mientras que Martín de Tours y Ambrosio de Milán, defienden
con tesón, la independencia eclesiástica, a nosotros las posiciones
encontradas; nos perjudican, aunque Martín, insista en la pulcritud
teológica.
Martín
de Tours, acuso de inmorales a los obispos denunciantes, capaces de
participar en un proceso donde se pedía mi cabeza...
Con
voz pausada, investido de Santidad se hizo escuchar:
¡Hay
de vosotros hermanos en cristo, si no sois capaces de perdonar¡
¡Hay
de vosotros obispos, insatisfechos con vuestras excomuniones¡
¡Hay
de los que no os basta la mitra, y que también queréis la cabeza¡
¡Hay
de vosotros, si estáis sedientos de sangre y no de justicia¡
y...en
pleno juicio, se dirigió al emperador; ¡estos cristianos han sido
castigados conforme a la doctrina de Jesús...con la excomunión¡...
...¡Solo
la ley de Dios les es aplicable y con ella se hace justicia¡...
...¡Solo
los obispos pueden ser juzgados por obispos¡...
...
y Martín abandonó el
sínodo,
sin despedirse del emperador, ignorando al tribunal...y nosotros
quedamos... nos quedamos sin nuestro mejor valedor. ¡Cuanto tenemos
que agradecerte, Martín de Tours¡
...Para
mis acusadores y juzgadores, no basta con que nos expulsen de las
iglesias, mis pecados solo se podían expiar con la vida...
¿Crees
tu que les movía la fe?
¿Tal
vez querían nuestras posesiones?
¿ó
solo pretendían acabar con nuestra disidencia?
¿Que
podíamos hacer?
¡Aquí,
solos ante ti, señor¡
¡Itacio,
logró, sin esfuerzo, convencer al nuevo emperador¡.
Pecamos,
cometimos pecado... pecado de inocencia, y los acusadores, ahora en
Tréveris... sólo se mantienen su acusación de Maleficium,
...
...conocimiento
y práctica de magia...costumbres licenciosas...
¡delitos
contemplados en la legislación civil¡...
Conforme
a las leyes romanas, firmemente creído en la justicia,
convencido
en poder demostrar mi inocencia; ejercité el
ius provocationis, apelé
al emperador, quien, finalizado el Sínodo, mandó abrir el proceso
civil; nombró juez de la cuestión al prefecto Evodio.
Itacio
renuncia a ser el acusador, de ello se encarga un oficial del fisco,
Patricio.
¡Estamos
convencidos de obtener justicia¡
¿Fue
un error entregarnos al tribunal civil?
¿Sabes
tu buscador de herejes, como se reconocen los herejes?
¡Patricio
solicita nuestra condena por practicas
de brujería¡
Evodio,
rodeado de presiones, ordenó mi encarcelamiento... y...de este modo
nos encontramos en Tréveris para ser enjuiciados.
Aquí
dio comienzo el calvario...
¿Te
acuerdas de la acusación de Jesús a Pilatos por los sacerdotes
judíos?..al igual que Jesús..., entregado la justicia romana...
Cruce
el puente sobre el Mosela en un carro tirado por bueyes, enjaulado,
accedí a Augusta Treverorum por la
Porta
Nigra;
allí, en sus calles multitud de personas nos acompañaron en nuestro
recorrido hasta la sala del trono del emperador
en
la basílica.
¡Pobres
torturadores¡ ¡Ignoran que a mayor, tortura, mayor penitencia.
estoy
dispuesto a sufrir los tormentos a que quieren someterme, cuanto
pudiere sucederme lo he de sufrir
Encarcelado,
encerrado con mis seguidores en prisión oscura, desnudados, azotados
con saña, atados con cuerdas, desgarradas las carnes con uñas y
garfios de hierro, sin comer, doblegaron la voluntad y confesamos,
encantamientos y hechizos.
¡Bajo
tortura siempre hay confesión, eso dice la ley romana¡
...Y
aún hay quien dice que no fuimos declarados culpables como resultado
de las débiles argumentaciones, sospechas inciertas, ¡sino, por
nuestras confesiones durante el transcurso del juicio¡...
¡Todo
estaba escrito en las estrellas¡
¡Todo
se vuelve en nuestra contra ¡
¡Solo
los herejes distinguen a quienes lo son¡
¡Siento
como al demonio acechando mis virtudes¡
¡Siento
que quiere mi alma..., viene por ella¡
¡Siento
la traición¡
¿Y
tu,Amangon, buscador de herejes, que sientes?
¿No
sientes al maligno?
...¡No
juzgan mis pecados, ni mis virtudes¡,
...¿Juzgan...mi
vida?...
¡Es
mi vida lo que quieren¡
¡Estalla
en la sala, Maleficium,... Maleficium¡
¿Magia,
esoterismo?
...¡Brujería¡...
¡Brujo¡
Mi
alma se aflige, mi cuerpo se encoge, mis ojos se cierran, mi
pensamiento busca y se aferra a Jesús:¡lucho por salvar la vida¡
¡Mi
cuerpo pugna con el mal para evitar que se apodere de él¡
¡El
mal es sombra¡ ¡Cristo, vence a la sombra con su luz¡
¡Señor,
tu que me hiciste mensajero de la esperanza, que me elegiste para
difundir tu mensaje...¡ilumina mi mente¡ ¡lleva la paz a mis
enemigos¡ ¡Bendice a tus fieles¡
No
puedo evitar el temor, los recuerdos y me pregunto donde queda...el
permitir
a cuantos quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente
sin que les suponga ninguna clase de inquietud o molestia...
¡nomen Christianum¡
¿Donde
queda la facultad ciudadana... de...
observar libre y abiertamente la religión que hayan escogido, los
ciudadanos, como es propio de la paz de nuestro tiempo...?
¿Sabes,
buscador de herejes donde quedan?
¡Quedan
en la conjunción de los intereses de Máximo y de Dámaso¡
¡El
demonio, tienta por igual a unos y a otros¡... y Máximo...quiere
congraciarse con Teodosio...quiere exterminar herejes y no se
preocupa de encontrar herejías. ¡Le bastan los herejes¡
¡No
puedo dejar de cavilar¡ El bien triunfa sobre el mal, Cristo vence
al mal. El mal es el diablo, demonio, tentador de Jesús.
¡Satanás,
detente¡
¡Creo en un solo Dios, Padre omnipotente, creador del cielo y de la
tierra, de todas las cosas visibles o invisibles. Y en un solo Señor
Jesucristo¡
¡Leviatán
retrocede¡
Mis
pensamientos se dirigen a Teodosio, a su edicto:
¡Ordenamos
que..., de acuerdo con esta ley...que..., todas las gentes abracen el
Catolicismo ¡Christianorum
Catholicorum nomen¡
...declarando
que los dementes e insensatos que sostienen la herejía... y cuyas
agrupaciones, conciliabula, no tienen el nombre de iglesias, han de
ser castigados, primero, por la Justicia Divina y, luego, por la pena
que lleva inherente... el cumplimiento... de nuestro mando, que...
ostentamos por... voluntad de Dios...
...Lejano,
muy lejano, ensimismado, escucho la voz acusadora...puesto
que recibieron la imposición de manos, permanezcan en el clero ¡pero
ante todo conviene que confiesen por escrito que aceptarán y
seguirán los decretos de la Iglesia Católica y Apostólica¡
...Todas
las miradas convergen en mi sin percibir el dolor en mi corazón, ni
la oración que brota de mis labios...
Creo
en un solo Dios, Padre omnipotente,
hacedor
del cielo y de la tierra,
de
todas las cosas visibles e invisibles...
¡Jesucristo
Dios y hombre verdadero¡
¡Quiero
desatar y quiero ser desatado¡
La
voz regia y segura de Patricio resuena en la sala:
¡No
hay duda, han conculcado las leyes del emperador¡
De
mi boca, casi sin aliento, brotó la palabra:
¡Bien
pobres sois que juzgáis a las mujeres por excesiva piedad¡
¡Bien
pobres sois acusáis a los hombres por practicar la castidad¡
¡Y
que decir de vosotros clérigos que lleváis una vida disoluta y
ociosa¡
¡Y
de vosotros pobres cristianos...que...
...Veis
y oís nuestros gemidos en la tortura...
...Asistís
impasibles a nuestra sentencia de muerte...
...Acaricias
las hachas de nuestros ejecutores...
...¡Quiero
llorar: golpead vuestros pechos¡...
...Bien
poco cristianos sois, Dios os perdone, intrigantes, cínicos,
carentes de toda virtud evangélica...cristianos ejecutores de
cristianos...
...No
tenéis reparo en acercaros a los altares con vuestras manos
manchadas y el alma mancillada...
...Sois
estirpe de delatores, lleváis el nombre de obispos, pero en la
realidad sois bandidos y aún verdugos, que no contentos con
despojarnos del patrimonio heredado, nos cargáis de calumnias...nos
lleváis a la muerte... os ensañáis en nuestras vidas...
¡Dios
os perdone¡
...¡Quiero
salvar y quiero ser salvado¡..
Evodio
remitió al emperador mis crímenes; Orar desnudo, participación en
reuniones nocturnas y practicas de magia...veredicto...
...Decidimos
condenar y condenamos...¡Condenados¡
...y
Magno Clemente Máximo...autorizo, sancionó, la pena de muerte....
...¡
firma nuestra decapitación¡
.
¿Y
que decirte más de mi, buscador de herejes?
Conocí
y menosprecie los goces mundanos, practique la austeridad y con mi
conducta me gane la animadversión de mis enemigos.
El
odio feroz de Itacio me acompaño hasta el final, en aquella mañana
radiante y luminosa de la que rara vez gozaba Treveris, la oronda
figura del pastor de Ossonoba destacaba entre Evodio y Patricio...
Que
los obispos nos negaron la vida y la salvación espiritual...
Y
que al tiempo que la noche se impregnada de estrellas, en el último
acto de nuestra vida terrenal, abandonados en el oscuro encierro,
unidos en santa hermandad, consagramos uvas y leche para nuestra
comunión.
...¡La
palabra engañó a todos,
pero
yo no fui completamente engañado¡...
Fui
en busca de un hereje, todas las pistas me conducían a Prisciliano
contraste los hechos, seguí las costumbres; no descubrí su herejía
y si
me
encontré con una sentencia imperial de Magno Máximo condenando a
muerte al obispo Galaico, víctima de factores políticos y
religiosos que se conjugaron en luctuoso desenlace.
La
sombra de la guadaña segadora de vidas me oculto la visión del
manuscrito al tiempo que la cabeza de Prisciliano rodaba por el
patíbulo mezclándose con las de Prócula, Latroniano, Felicisimo,
Armenio, Eucrocia y Juliano.
En
la ventana estelar se produce una conmoción, se hace el silencio y
poco a poco, desaparecen las imágenes; mis últimos recuerdos se
amontonan en anotaciones precipitadas, embargado y conmovido,
apresado en la vida de Prisciliano aún tuve tiempo de contemplar...
...a
Máximo enviando tribunos para investigar a Hispania, causando la
muerte de Asarivo y Aurelio; y en Aquitania, Urbica,
apedreada
por una turba enfurecida...moría proclamando su amor por Latroniano.
...
y como Teodosio se apodera de Magno Clemente Máximo, lo ejecuta e
impone su autoridad sobre Occidente y Oriente. Itacio fue
excomulgado, depuesto de su silla; Hidacio, renuncio a la mitra, y
Rufo, perdió su obispado acusado de prestar fe a un impostor que
embaucaba con falsos milagros al pueblo.
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Dictinio, con el beneplácito del Obispo de Roma, exhuma los restos
de Prisciliano y sus discípulos, los deposita en urnas de plata e
inicia su traslado a Galicia, por una ruta plagada de fieles que
salían a su encuentro para venerar, como mártires, a los
decapitados en Treveris. Observe, como por el mismo itinerario
recorrido por Dictinio, con los restos de los herejes,
pocos
años después, por idéntico camino, tribus y clanes de suevos se
adentraron en Iberia en busca del Finisterrae,
se aposentaron en los confines de la tierra, abrazaron la fe, la
doctrina de Prisciliano y la sostuvieron largo tiempo a pesar de las
persecuciones a las que fueron sometidos.
Y
todos los obispos de la Gallaecia, dieron cristiana sepultura a las
dos mujeres y a los cinco hombres decapitados por el usurpador, Magno
Clemente Máximo y allí, en Iria Flavia, en el monte Libredón, en
un castro celta, levantaron una
necrópolis cristiana, un
mausoleo, donde poder rendirles culto... el firmamento conmovido lo
regó con lluvias de estrellas... y sobre su tumba...enterrando con
mentiras la verdad, cimentada en las viejas tradiciones, nace la
invención de una nueva leyenda.
Una nueva leyenda en la que las gentes atribuye el sepulcro de Prisciliano a Santiago Apóstol...
Una nueva leyenda en la que las gentes atribuye el sepulcro de Prisciliano a Santiago Apóstol...
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