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HABLANDO DE PRISCILIANO

Hace ya tiempo me sumergí en la historia para encontrarme con Prisciliano; fui en busca de un  hereje, escribí y lo publique y hoy, desde mí aldea donde surgió la idea, lo repongo con mi cariño para vosotros.


EN BUSCA DE UN HEREJE

-INTRODUCCIÓN-

En las volutas del humo del cigarrillo, recién prendido, surge ante mi la figura de Prisciliano, quizás acude, fruto de la investigación que realice para documentar la historia y vida de unas tribus irreales, asentadas en la sierra de los Ancares, una de las zonas, más arcaica, esotérica y desconocida Galicía. Allí, al pie de la Peña de los tres Obispos, donde confluyen los limites de las provincias de León, Lugo y Asturias, nació el interés y el misterio y la necesidad de descubrir y desentrañar cuanto hay de cierto ó incierto en torno a su vida...

Sobre Prisciliano han escrito muchos autores, se han realizado simposios, congresos e incluso, tesis doctorales. Hay pues variados puntos de vista, científicos y especulativos, quienes afirman que nació en Galicía y quienes lo desmienten, unos lo creen hereje y otros mártir. Existen muchos estudios que se contradicen y opiniones tan variopintas como recurrentes y quienes le consideran ortodoxo, desviado hacia el anatema doctrinal.

Se abría ante mi un largo camino en busca de respuestas y para encontrarlas acudí a documentarme en libros, enciclopedias y en la red de redes, sin escatimar esfuerzos, dedicando muchas horas en obtener información. 

Ordenar y clasificar tantos documentos, supuso una ardua tarea y para poder aclararme, opte por generar una carpeta donde almacenarlos, y en otra, precedida de un guión, comencé el desarrollo de mis argumentos, tendentes, eso si, a encontrar datos que pudrieran avalar su origen gallego y... entonces, como por encantamiento, me vi envuelto en extraños sucesos, fallos en la conexión de la red, perdidas en el guardado, fallos en la configuración, sucesos a los que no encontré una explicación, racional o lógica, es evidente la intervención de fuerzas desconocidas que someten mis pensamientos, causándome temores, en verdad siento que me tientan para abandonar el proyecto, y no puedo, aunque esté siendo hechizado o sometido a algún mal, me someto a las consecuencias; estoy apresado en la idea, fuertemente atraído y sugestionado...

No tarde en encontrar gran cantidad de referencias; y tres interesantes citas sobre Prisciliano:

Originario de una familia de Iria Flavia del siglo IV,

el joven Prisciliano tenía inteligencia,

don de gentes y de palabra y una gran cultura,

que perfeccionó en la Universidad de Burdeos.

Estaba llamado a ocupar un sillón

entre los clérigos purpurados. 

Priscillianus episcopus ex Gallaecia -Próspero de Aquitania- Gallaecia 340-Tréveris 385-

Según Sulpicio Severo, era inteligente, culto, tenía don de gentes y de palabra, aunque era vanidoso. Al parecer, por familia y estudios, le estaba reservada la púrpura de las altas instituciones eclesiásticas. Habría nacido en la provincia de Gallaecia, posiblemente cerca de Iria Flavia, en el seno de una familia acomodada, cuando el cristianismo era ya la religión oficial del Imperio Romano.


Prisciliano de Ávila (Gallaecia, aprox. 340 - Tréveris, 385) fue un eclesiástico hispano. Se cree que nació en la Hispania occidental, probablemente en Iria Flavia (hoy Padrón), en la provincia romana de Gallaecia, en el seno de una familia senatorial o al menos de riqueza notable. Sus predicaciones obtuvieron gran éxito, en especial entre las mujeres y las clases populares, por su rechazo a la unión de la iglesia con el imperio y a la corrupción y enriquecimiento de las jerarquías.

Son más los que niegan su origen gallego que los que lo sostienen y sin embargo hay un hecho incuestionable, el priscilianismo arraigó en la sociedad gallega y supervivió muchos años.
A mi me subyuga y atrae más descubrir, si en verdad era un hereje, un rebelde, el ultimo druida ó las tres cosas.
En mi modesto entender, Prisciliano lideró de un movimiento social contra la desigualdad y la injusticia que calo profundamente en la sociedad rural, caminó entre la ortodoxia y la heterodoxia según convenía a los intereses políticos del momento.


Exigió que la iglesia volviera a unirse a los pobres y con ello se gano la enemistad del imperio y de la curia.

Desde esta perspectiva y con estas incógnitas, comencé el desarrollo de mis argumentos, tendentes, eso si, a encontrar datos que pudrieran avalar su origen gallego y que hoy llegan a tus manos sin pretender otra cosa que el disfrute de lo que bien pudo ser, la vida de Prisciliano.

xardonmanrofer


PRIMER ENCUENTRO


En otro mundo, en un país lleno de hadas vírgenes, guiadoras de caminantes errantes, Amangon fue condenado, a abandonar el reino por abusar de una de ellas; estéril y yermo, sufre castigo sin fin, convertido en buscador de herejes; el vagar, el errar es lo propio del hereje, por ello va en busca de errantes, debe descubrirlos, apresarlos, sin resultar apresado, debe recorrer el mundo, desde el presente al pasado sin utilizar poderes mágicos.

Ahora, Amangon, influenciado por la cultura y las costumbres de los antepasados Hispanos, en el siglo IV, debe encontrar herejes y practicas de herejías...

Amangon inició la búsqueda de Prisciliano, llevando del ramal el caballo de la imaginación, caminando ensimismado, sin encontrar acomodo, incapaz de progresar con pasos cortos e inseguros, hasta que, el genio de las ideas, y me susurró: Amangon, monta, déjate llevar, y así fue como me acerque a Iria Flavia, a lomos de la imaginación. Fui depositado con suavidad en el monte Libredón. Llegué al centro del esoterismo de la Galicía de aquél tiempo, a la diócesis más noroccidental del cristianismo Hispanoromano. Hasta la ciudad enclavada en la desembocadura de los ríos Ulla y Saar, la urbe a la que llevaron los legionarios romanos la fe cristiana desde Legio a través de Lucus Augusta, y allí, en las proximidades del Olimpo celta, levantaron su Iglesia, eligieron su obispo y difundieron su fe, no sin problemas, pues fueron objeto de reiteradas persecuciones que no cesaron hasta la promulgación del edicto de Milán.
Dí descanso al imaginario caballo para atender la llamada de la curiosidad, atraído por las estrellas, extasiado en su observación, en una lluvia de fugaces, encontré un agujero en el firmamento, entre Casiopea y el Arado, una ventana estelar en la Vía Láctea, y en ella aparecían de forma intermitente, sucesiones de imágenes que mostraban un manuscrito en el que podía leer como en un libro.

Preso de excitación, alcé la tapa y apareció la figura de un hombre de alta estatura, blonda melena, barba larga, ojos verdes y noble ademán, su rostro de agradables facciones, irradia bondad.
La magia de Prisciliano me alcanzó leyendo en las estrellas su propia vida, estalló en mi cerebro, como el pensamiento que acude para llenar el vacío de los sentidos, afloro el milagro de la palabra y con voz profunda, segura y armoniosa, clamo:Sé que eres, Amangon, buscador de herejes, estoy ante ti fruto de la ilusión, ella ha hecho posible este encuentro; tienes la oportunidad de conocer y recuperar la parte de mi vida que a sido borrada de los escritos de los hombres, muchas veces enterrada, para que sobre mi tumba, pudieran crecer sus ideas y borrar mi memoria. Hay incluso algunos que sobre mi fosa han edificado leyendas insostenibles en el tiempo, enterrando con mentiras la verdad.
Conserva la ilusión, no te separes de este tiempo, no abandones la inocencia, y acudiré a ti, te contare donde nací y crecí, cual fue mi adolescencia como fue mi vida...y empezaré con lo que muchos han supuesto; que nací en Galicía, en cambio otros lo niegan, afirman incluso, sin pudor, que no pise las tierras gallegas, algunos se atreven en atribuirme maldades sin reparar en contradicciones, también los hay que exageran mis virtudes.
Mis enemigos, irreconciliables, Hydacio de Emerita é Itacio de Ossonoba, dedicaron su vida a combatir mis ideas, aprovechando sin escrúpulos, todas las oportunidades, licitas e ilícitas, recurriendo a la mentira y a la calumnia. No dudaron en utilizar las leyes romanas, aunque, muchas veces se vuelvan contra ellos. Vierten acusaciones de
gnóstico, maniqueo, hereje y muchas más difamaciones que iras descubriendo.

Comenzaré por decirte que vine al mundo el diecisiete de las calendas de febrero del 329, en la Quinta Herminia, entre la alegría y expectación de esclavos, libertos y clientes. Fui acogido en los brazos de mi padre, tribunus laticlavius, en la ceremonia sublatus, de no haber sido así, el Páter familias, dueño del hogar y de todos sus miembros. podía haberme abandonado para que muriera, hecho que podía darse en las familias romanas, aunque rara vez sucedía.
Nueve días después me inscribieron en el censo, como establecían las normas romanas, con el nombre Marcio Julio Prisciliano.


Quinta Herminia es una de las grandes propiedades de mi padre, está ubicada en la margen izquierda de la vía que une Iria con Luccus Augusta y que discurre paralela al río Ulla, a una jornada de camino de Iria Flavia.
Mi familia goza de grandes privilegios heredados y bien ganados por mi padre, Vernio, luchando en las galias de donde regresó cargado de tesoros y muchos esclavos. Su condición de Tribuno le hace severo pero justo, por ello, es admirado y respetado. Gran cantidad de clientes dependen de su protección y el prestigio que le otorga le exige ayudarles cuando lo necesitan, proporcionarles alojamiento, prestarles dinero, encontrarles esposa y asistirlos legalmente. Esta situación le concede poder y gloria, además, muestra la importancia de la familia.

La domina, Ágape, mi madre, es inteligente, culta, hermosa y muy bondadosa; supervisa las tareas de la casa y todos cuantos acuden a ella obtienen satisfacción. Cuando mi padre se ausenta, y lo hace muchas veces, su palabra es ley para esclavos y para clientes.
Me adora y mima con gran cariño. A ella le corresponde darme la primera enseñanza y de ella la recibí, durante siete años, puso en mi formación todo su empeño y mucho amor.
En los siguiente siete años, aprendí a leer y escribir y aritmética; con Breto, un profesor contratado por mi madre, asesorada por Elpidio, quien se encargo de mi instrucción en latín y griego.
Mis maestros, Breto y Elpidio, vivían en Quinta Herminia, eran libertos, esclavos manumitidos, inscritos en el censo de ciudadanos. Me tienen alta estima, y me acompañaran, fielmente, a lo largo de mi vida.
Elpidio me enseñó Astronomía y Astrología, dirigió todos mis estudios en Humanidades y en Gramática, no solo en la primera etapa, también lo hizo durante las restantes, es mi retor y amigo.
Me contagio sus pensamientos al tiempo me inculcó su amor a la naturaleza, mostrándome como extraer de las plantas sus dones curativos.
Recién cumplidos los dieciséis años, accedí a la ciudadanía romana con plenos derechos, en las fiestas de Liber Páter y Libera. Entregué a los dioses la praetexta y la borla que lucí durante la infancia, me vestí con la toga viriles y acompañado por mi familia, amigos y clientes, me registre como ciudadano romano. Celebré mi nuevo estatus con grandes banquetes y a mi vuelta de Iria Flavia. Rodeado de amigos, entre fiestas y celebraciones, descubrí el amor y la carne, fui de mujer en mujer y de orgía en orgía.
Pasan los meses haciendo pequeña la Quinta y sus alrededores, incluso Iria Flavia no me complacía, Breto y Elpidio, deseosos de complacerme me propusieron viajar para conocer otras tierras, así fue como comencé a recorrer montes, aldeas y ciudades.
Abandonamos Quinta Herminia en busca de parajes mágicos, siguiendo los caminos cantados en las leyendas populares, difíciles de encontrar, principalmente, aquellos que necesitábamos para reencontrarnos, en un mundo paralelo, con nuestros antepasados.
Persiguiendo este objetivo, visitamos a Tremuz, afamado mago, pariente de de Breto, afincado con su familia en los montes Oleron, ya antes de llegar estaba dominado por la fascinación, ella vino a depositarse en mi mejilla, trocada de mariposa, posó sus doradas alas con tanta suavidad que me sentí caminando sobre los vientos.
El mago del monte Oleron, me acogió en su morada, una tosca cabaña ovoidea con muros de piedra y techo de paja seca, y me trato con gran deferencia, fui privilegiado con el mejor asiento, el más cercano al fuego del lar, allí, Tremuz, me mostró sus mágicos poderes, hizo aparecer en sus manos un vaso rebosante de oloroso liquido y del mismo modo, reluciendo y flotando, vino a mi, mientras le escuchaba decir : ¡con este Grial, símbolo de poder, y esta bebida divina, encontraras el conocimiento y la paz de tu espíritu¡ ¡Todos cuantos beben de él llevaran sobre su frente la estrella de la bondad¡
Bebí, me entregué al encantamiento, durante varios días, no los puedo precisar, volé sobre nubes de tormentas, en los brazos de la diosa Andarta, sintiéndome capaz de sembrar tempestades y de amainar los vientos. -diosa de la victoria-
Desperté en medio de una terrible pesadilla en la que veía mi cuerpo picoteado por cuervos y coronejas ante la mirada complaciente del pálido rostro de Ankou.
-Ankou es la última persona que muere al final del año, se convierte en siervo de la Muerte, se encarga de llevarse las almas de los que han de morir, lleva la guadaña al revés y va en una carreta que chirría, anunciando al que encuentra en su camino, que fallece este año-

De vuelta de las tierras de Tremuz, volaron sobre nuestras cabezas bandadas de cisnes boreales y atraídos por su majestuoso vuelo, seguimos su ruta, caminando por la calzada de la Vía Nova, hasta tropezar con Xandiás, una gran mansión, asentada a las orillas de las aguas del olvido, allí donde la memoria se hace oscuro sueño y se desvanece. Mi memoria no flaquea en el recuerdo del encuentro con
Flavio, joven propietario de Xandiás y su buen amigo Flaminio, quien nos llevó por las las tierras de los Corpori, -tribu de origen celta-, que dan comienzo en las mágicas aguas del rió Leteo y se extienden hasta las del padre de los mil ríos, el Miño.
Las tradiciones de los Corpori, se hunden en la noche de los tiempos y sus creencias están regidas y dirigidas por la casta sacerdotal de los Druidas; unos, los guías, se encargan del carácter religioso, de la filosofía, el derecho y ciencias de la naturaleza, los Bardos del canto y la poesía, y otros, los Vates, de la adivinación - la adivinación tras la realización de sacrificios-.
Estas tribus tienen veneración por los elementos de la naturaleza, bosques, ríos, lagos y los ciclos solares tienen una gran influencia en sus actos; creen en la inmortalidad del alma, combinan dioses tribales con abundantes divinidades locales.

Iniciamos nuestra ruta, bordeando la laguna encantada, formada por
lenguas de aguas plateadas, bajo ellas, según la leyenda, está sumergida, fruto de un terrible encantamiento, la antigua ciudad de Antioquia -la tradición cuenta que se la puede ver bajo las aguas- el misterio rodea la gran laguna con densas nieblas matinales que son expulsadas por la luz del sol, el Astro la ilumina con sus rayos y así puede mostrar todo el esplendor la naturaleza, reviven todos los seres y llenan de alegría sus verdes veigas.
Flaminio nos guió hasta los confines de las tierras de los Corpori para encontrarnos con Belesar, el gran encantador.
Llegamos con la primavera, vadeando las riberas del Miño, evitando pasar por el territorio de los Seurri, que son muy hostiles con los extraños.
Belesar conoce las hierbas mágicas y sus propiedades curativas, las fuentes de salud y las aguas que curan la locura; tiene tal poder que puede convocar a las lluvias y nos obsequio con sus enseñanzas.

Vencidas las emociones, entregado al aprendizaje, inspirado en las leyendas, bajo los efectos de un hechizo me encontré transitando por los lugares adoración a los dioses, las alamedas sagradas, comprendí la necesidad del ser humano de sentirse protegido y amparado por fuerzas divinas y halle a Luccus, dios guerrero, inventor de las artes, protector de los viajeros. (-con un rostro tan resplandeciente que ningún mortal puede soportar mirarle a la cara-)

En las tierras de los Vates, Froián, Arxemil, Goián, Mondín, Tremeado y Padriñán, grandes adivinos, fui recibido entre discordias; su concepto de la hospitalidad les lleva a disputar darme acogida y albergue, quien gozara de mi presencia y esta circunstancia, me obligo a satisfacer sus deseos, ordenadamente, repartiendo mi tiempo para cumplir con todos.
Permanecí al lado de de Belesar hasta el solsticio de verano.

Ausente de mis tierras, más tiempo del previsto, recibí de improviso, en las alas del ruiseñor, el mensaje de retornar a Iria Flavia. Me puse en camino, con urgencia, alertado por la intuición.
Llegué a Quinta Herminia al tiempo de ver como se abrían las puertas del más allá para dar entrada a mi madre, que abandonó este lado, plácida y serena, dirigiéndome sus ultimas palabras:
¡Hijo mio que la vida te sea leve¡

Tras los actos funerarios, incapaz de quedarme en la villa, partí rumbo al sur, acompañado por Asarivo y Juliano, disfrutando de la amistad que había surgido entre nosotros.

Llegamos, tras arduas jornadas a Conimbriga, donde permanecimos unas semanas en gran armonía, a la espera del apaciguamiento de focos subversivos que hacían inseguro la llegada a Emérita Augusta, nuestro destino final, al no mejorar la situación, no siendo seguro acercarnos a la metrópoli, nos desplazamos hasta Norba, la ciudad fortín, en la que se resguardan las legiones romanas que protegen la Vía Argentium.
Proseguimos el viaje, retrocediendo hacia el norte, a Pallantia, apenas parando en las ciudades de Capera, Salmantica, Intercali Septimanca, recalando finalmente en Legio.
No recuerdo bien los meses que permanecimos allí, pero fueron agradables, de ello se encargó Didimio, joven Legado de la VII legión que había servido bajo las ordenes de mi padre.
Partí hacia Caesaraugusta rumbo a Burdigala, para asistir a la escuela del retor Delfidius, con el que debía completar mi formación, allí me estaban esperado Elpidio y Breto.
Caesaraugusta esta situada en la margen oriental del rió Iberus, ocupa un importante lugar en la provincia romana de Tarraconensis; desde su capital, Tarraco, llegaron los primeros cristianos, veteranos de las legiones IV, VI y X, fueron colonizando las tierras próximas al tiempo que abrazaban el cristianismo, la ciudad es una gran metrópoli y tiene mucha actividad agrícola. Durante los días que permanecí en ella era incesante el paso de carretas cargadas de cereales. Continué mi ruta hacia Burdigala y me vi obligado a parar en Iacca, al mando del fuerte puerta del Summo Pyreneo se encontraba mi tío Arno, hermano de mi madre, no me dejo partir y me escolto, durante varios días, más allá de la Civitas Iturissa.


En este punto, tormentosas interferencias, diluyeron la visión, hicieron imposible mantener la conexión con el hereje, tuve que salir del mundo de la ilusión, abatido y entristecido.
¡La magia de Prisciliano me había abandonado¡
Intenté encontrar otros lugares para observar las estrellas, subí a las cimas de los montes más elevados, busque en mi interior, analice si fueron realmente las condiciones meteorológicas las que me apartaron,de Prisciliano, todo en vano, no encontré respuestas y empecé a sentirme preocupado, creyendo ver y no viendo al hereje.
En mi desesperación, decidí proseguir la investigación, acudiendo en busca información con los métodos tradicionales, alejados de la magia y cuando más dudaba en reencontrarme con él, recordé sus palabras, ¡mientras conserves la ilusión y no pierdas la inocencia¡...
 
¡Esa era la clave de la conexión¡
¡Solo en la magia del hereje podría encontrarme con su vida¡.


Llegado a esa conclusión, en mi pensamiento cesaron las tormentas y
vino la mejoría del tiempo, anunciado en la luminosidad de Venus, el lucero del alba, predecía una noche estrellada, propicia para encontrar la magia y en ella, la ventana en la que poder leer en el manuscrito estelar...



SEGUNDO ENCUENTRO


Al caer la noche fui en busca de Casiopea, y aunque en las noches de
luna quieta, corren fugaces las estrellas haciendo difícil encontrar
ventanas mágicas, mis pensamientos no tardaron en responder,acaban las dudas con las imágenes del hereje, mirandandome, displicente, hablándome quedo:

Amangon, no he dudado en venir a tu encuentro, solo esperaba que fueras capaz de distinguir, por ti mismo a los herejes, antes de contarte a que fui y como es mi estancia en la Aquitania, ahora que estoy entrando en Burdigala, lejos de mi tierra natal, rodeado de amigos, nuevos y antiguos, ufano y orgulloso de contar con ellos. Tanto me honran que cuando llegue a la ciudad, lo hice precedido de inmerecida fama de Vate con mágicos e ilimitados poderes.

Me encontré en una ciudad llena de bullicio, plagada de legionarios, carros cargados con hierro, cobre, estaño, oro y productos de artesanía, escoltados a caballo y a pie, hasta los almacenes portuarios donde son embarcados para Roma.que se mueven sin parar, bien pertrechados,

La riqueza de la ciudad, dada en gran parte por el comercio marítimo, muestra todo su esplendor en sus monumentos; el gran anfiteatro, el circo, el teatro y el arco triunfal, erigido en honor a Trajano y el templo de Marte.

Al menos dos legiones mantienen la guarnición, pues, a pesar de sus murallas, sufre las acometidas de las tribus barbaras siempre dispuestas a la conquista de sus riquezas.

Una vez en vez instalado bajo la protección de Delphidius, que goza de amplia fama y respeto popular, y que no dudo en admitirme en su escuela. Me dispuse a recorrer unos itinerarios, previamente trazados por el retor para conocer el modo de vida de los pobladores, de la Galia y la Aquitania, llegando hasta Tréveris. Cruce el Mosela, entre Augusta Treverorum por la Porta Nigra, la puerta de acceso al recinto amurallado, disfrute de las aguas de sus termas, acaricie la Túnica Sagrada que Elena, madre del Emperador Constantino trajo de Jerusalén y ore a Jesucristo, Salvador y redentor, ¡ten misericordia de nosotros y de todo el mundo¡

Retorné a Burdigala, en los momentos en los que la situación hostil de las tribus barbaras había decaído, esto nos permitió trasladarnos a la quinta de Delfidius, situada fuera de la zona amurallada.

Delphidius, es además de catedrático de retórica, poeta, descendiente de druidas, amante de la naturaleza, siente añoranza por las realidades transcendentales, las que se alcanzan mediante saberes y técnicas que introducen al hombre en la esfera de lo divino, le atrae y le sugestiona el otro mundo, echa mano, si es preciso, de las ciencias ocultas; magia y de la astrología, y en general de las Sagradas Escrituras.

Convirtió su casa de campo en un centro abierto de meditación y de participación común en el que tenían cabida, en igualdad, hombres y mujeres.

Mucha gente piensa que fuimos expulsados de la ciudad, lo cierto es que nos apartamos de su bullicio, la necesidad de meditar, nos llevo a separarnos de la urbe para poder dedicar nuestro tiempo al estudio
de los libros sagrados, a las lecturas de los Evangelios, creamos una escuela y proclamamos la liberación del hombre a través del conocimiento; muchos opinan, que, en contraposición a la salvación a través de la fe. Tratamos sobre el orden moral cristiano, el conocimiento del cosmos para obtener una visión integral del mundo.

Este período de estudios, despertó mi espíritu filosófico, descubrí, que la búsqueda de la verdad puede hacer feliz al hombre y junto con Elpidio, Latroniano, el poeta, Tiberiano el prosista y otros compañeros letrados, nos aplicamos en interpretar y traducir los Evangelios de Tomas, Juan y Andrés. Acudimos al continuo manejo de las Sagradas Escrituras, como hacían muchos, para aprenderlas de memoria, a promover una espiritualidad profunda, nos acercamos al esoterismo y a los poderes del cosmos, fuimos en busca de piedras sagradas en las cuevas prehistóricas, tras el rastro de Ambigat, Beloveso y Segoveso.(-Rey mítico “que combate por los dos lados” y sus sobrinos-) 
 
Creamos una "escuela de cristianismo" una comunidad de pensadores, en la que tratamos sobre la mundanización de la Iglesia, la abolición de la esclavitud, la conjunción de lo oculto y de lo carismático, la importancia de la pobreza y el ascetismo como virtudes esenciales de la Iglesia de Cristo; hicimos votos de pobreza absoluta, y también de castidad, y concluimos en la necesidad de la reforma moral y espiritual de la Iglesia. Acordamos llevar este mensaje, nuevo y antiguo, como medio para regenerar la conciencia cristiana.
Si tu, Amangon, buscador de herejes, supieras cuanto amor me profesa Prócula podrías entender el que Urbica tiene a Latroniano y comprenderías lo difícil que resulta escapar de las tentaciones de la carne, doblegar los deseos, sino te guía el amor a Dios.
Delphidius me estima, él y su esposa Eucrocia, desean tenerme a su lado; me colman de atenciones y ven con buenos ojos mis relaciones con su hija Prócula, pero los años que compartí con ellos, inolvidables, habían llegado a su fin; era el momento de difundir nuestras tesis, de formular las cuestiones fundamentales de la fe cristiana, de recuperar la Iglesia para los pobres, de llevar nuestro apostolado a los hombres.
Mi modo de pensar cambio radicalmente, descubrí conceptos como que la búsqueda de la verdad puede hacer feliz al hombre, añoraba mi tierra y decidí volver a Quinta Herminia, ¡Iria¡, ¡Iria Flavia¡, resuena en mi mente y a pesar de ello tardé en regresar, varios meses.

Era, mi intención, desplazarme por la vía que une Burdigala con Asturica Augusta, y sinembargo, antes de llegar al Imus Pirenaeus, al pie de una torre de estructura cónica, marca de una victoria y a su lado, tras un altar de incineración y consagración, aparecieron ante mi unos pastores ancianos, burdamente vestidos con pieles de cabras mal curtidas, diciéndome: ¡maestro, tu viaje bien puede esperar, nuestra tristeza no tendrá fin si tu magia no nos ilumina¡ ¡Ven con nosotros a nuestra aldea¡ ¡Difunde la verdad¡ ¡acaba con nuestra soledad¡ me tendieron sus manos, cuando fui asirlas, desaparecieron, como si de un hechizo se tratara, y sin saber como, me encontré, desviándome a Osca la tierra natal del Diacono Vicente, venerado después del martirio, que sufrió en tiempos del emperador Diocleciano, por no doblegar su fe y negarse a apostatar.

No fui bien recibido y percibí en mi animo, la sensación de ser víctima de un encantamiento, me conjuré a los cuatro vientos para deshacerme de cualquier hechizo y liberado por mis conjuros, continúe camino a Caesar Augusta donde salieron a recibirme un nutrido grupo de gentes, guiadas por Flaminio para acogerme en fraternal hermandad. Atendiendo sus peticiones nos reunimos en varias ocasiones, tras una capilla dedicada a las divinidades locales, en las cercanías del teatro construido por Tiberio y allí, iluminados por los rayos de la luna, rezamos cantamos y bailamos para glorificar a Jesús.

Partí hacia Clunia, parando, brevemente, en Allabone y Turiasso
En mi ruta, al pasar por Numantia, mi corazón fue apresado por extrañas fuerzas, latía con desmesura, mientras mi alma percibía mensajes del más allá, voces clamando venganza, mezcladas con gritos de valentía que infundían terror; el mal surgía en la energías de las rocas, las fuerzas oscuras y pérfidas que vencieron la batalla, se sentían en los vientos. Me aleje con la sensación de haber pasado por una ciudad de muertos, muertos que no cejarían en su empeño de derrotar al invasor.
Entré en Clunia perseguido por el frío viento del norte, buscando abrigo corporal y espiritual y encontré refugio entre los feligreses de Salviano quien me acogió en su casa de Cauca.
De este primer encuentro salio nuestra comunión de ideas y la decisión de predicar una doctrina fundamentada en las raíces evangélicas, la pobreza y el ascetismo como virtudes esenciales de la Iglesia de Cristo, combatir el mal, recuperar la iglesia para los pobres.

El frío y crudo invierno me retuvo en la ciudad hospedado por el benevolente Obispo, compartiendo creencias y estableciendo la forma de difundirlas.

Vino la primavera y reinicie el camino para recalar en Lucus Augusta, no sin sentir en los aires que azotaban mi rostro, vientos malignos que huelen a muerte, llegue en el atardecer, cuando las nieblas empiezan a poblar la ribera del río, pareciéndome ver, entre la bruma, al siervo de la muerte, -Ankou- rondando por los alrededores. Al amanecer, en medio de vapores de aguas calientes, dirigí la vista a las murallas que protegían la ciudad, tan inmensas y altas que no dejaban ver sus casas, vi marchando sobre ellas a los legionarios y contemplé, impresionado, el galopar de los caballos arrastrando cuadrigas.
Mis sentidos, sin duda me traicionaron, creí estar viendo al Dios Luc, sentado sobre la cúpula del templo de Issis; y en estas, un grupo de fieles, que esperaban mi llegada, me conducen a la metrópoli, entre cánticos y bailes y no cesan de tocar mis ropas, como si en ello encontraran consuelo.
A ellos, mi fama de sanador, les llegó en forma de santidad, esperan que les libre de la peste que azota la ciudad.

Las puertas de la muralla habían sido cerradas, pretendían cerrar el paso a la peste, ella pudo entrar y nosotros no pasamos.
Nos quedamos al pie del manantial de aguas calientes y procuramos auxiliar, corporal y espiritualmente a todos los que vinieron en nuestra busca. Hasta el Obispo Sinfonio, salio de la ciudad y acudió con fieles, enfermos incurables, entre los que había cojos y ciegos, pretendiendo que con mi presencia y palabra los sanara.
Con la ayuda de Juliano y Elpidio, sobre las ruinas de la capilla de culto a Jano, junto a las abandonadas termas, utilizando nuestra ciencia y conocimientos de la naturaleza, sanamos y reconfortamos a las gentes, orando a Jesús. Mientras en la urbe, la Diosa caía en desgracia al no haber socorrido a la población, víctima de la terrible epidemia.
Nuestras oraciones y practicas, llevaron el consuelo a los corazones de muchos de sus habitantes. Sanamos enfermos de peste pero no curamos, ni a los ciegos, ni a los mancos y cojos como pretendía el obispo.
¡Sinfonio, nunca pensó que los ciegos verían, que los cojos caminarían
que nadie sanaría¡ ¡Creyó descubrir en nosotros, la herejía¡ y se entrego al rezo y al vilipendio, acusándonos de practicar el engaño, mientras socorríamos las gentes que acudían en busca de ayuda.
¡Sanamos almas y cuerpos¡
¡Llevamos la paz al espíritu¡
¡Devolvimos la confianza a los hombres¡
¡Los iniciamos en la doctrina de Jesús¡
... Y para el orondo Sinfonio, todo eran malas practicas...¡brujería¡, ¡hechicería¡.
¿Quizás... tu...Amangon, también pienses que en estas causas, hay herejía?

Sinfonio temía perder poder y los privilegios inmerecidos; lejos de la fe quiso probar la nuestra, no dudo en acudir al engaño, llevando a sus feligreses a la creencia en que nuestros conocimientos eran fruto de hechicería, para él, nuestro modo de vivir era contrario a la Iglesia.
Era tal su ignorancia que desconocía que desde los orígenes de la Iglesia, hubo fieles de uno y otro sexo que abrazaron una vida de plena imitación Jesús. y que permanecían vírgenes o guardaban continencia, practicando la oración y la mortificación cristiana y se ejercitaban en las obras de misericordia. Cristianos que se comprometían a guardar la castidad por el Reino de los Cielos y permanecían entre los demás miembros de su comunidad cristiana, habitando en sus casas y administrando sus bienes, mucho antes que nosotros, y nunca fueron considerados herejes.

No sin sin esfuerzo, abandone la ciudad, siguiendo el curso del río, aguas abajo, hasta Dactonio, donde acudieron, para verme, Teilonxe, Calvor, Betote y Tosal, sacerdotes adoradores de dioses paganos, locales, tenidos por guías y magos en sus cercanos poblados y arrodillados ante mi, piden mis enseñanzas, ¡loado sea Jesús¡ ¡quieren abrazar la fe de Cristo¡, ¡Ser bautizados, allí, en las aguas del padre de los ríos¡.

Mucho tiempo caminando, predicando los Evangelios, siguiendo sus dictados, seguido cada por más seres, necesitados del amor de Dios, pidiendo el bautismo, ante quien no había sido bautizado, me llevaron a Iria Flavia, sin más demora.

¡Iria, mi añorada Iria¡

Al fin, contemplando los tejados de las casas de Iria Flavia, embargado por las emociones y embriagado en el olor de la mar, sintiendo un placer inigualable, finalice mi viaje, tras dos quinquenios de ausencia;
Animado por Elpidio, mediante el bautizo, abrace el cristianismo, fui ordenado sacerdote, por Lucio, en su séde episcopal de Celenes; me entregué a Cristo, renunciando al diablo, al mundo, a la carne...y ... a
Prócula... Prócula, ¡Dios mio¡ ¡Prócula, amarla no puede ser pecado¡


Lucio estaba especialmente interesado en practicar un estilo de vida ascética monástica a imitación de las practicas de los obispos Rufino y Cromacio, y convocó un encuentro en Carporum para difundir su credo, creo que también quería comprobar mis conocimientos en la ciencia considerada profana por muchos prelados.
Al encuentro acudieron, libremente, clérigos y prelados de todas las partes, vinieron sobre las aguas de los ríos, en busca la verdadera doctrina de Jesús y entre cantos y rezos, dio comienzo nuestra labor evangelizadora, al margen de Iglesia entregada a servir a los poderosos.

Nosotros queríamos una iglesia libre de ataduras, separada del sistema administrativo del imperio, centrada en las raíces evangélicas del cristianismo y rechazar con nuestro ejemplo, el creciente enriquecimiento de las jerarquías, la vuelta a los principios del cristianismo a los orígenes, una Iglesia unida a los pobres, así lo expusimos y lo acordamos.

Comenzamos a divulgar nuestras ideas a través de sesiones de lectura de los textos evangélicos a las que asistían cada vez más mujeres entre las que destacaba por su fe, Egeria. Ella había recorrido Oriente en busca del Conocimiento, visitando las iglesias mesopotámicas, dedicando mucho tiempo al estudio de la enseñanza tomasiana que se impartía en Edesa, desde donde trajo los evangelios de Tomas, Juan y Andrés y textos de libros que hablaban del Conocimiento y de la Sabiduría.
Las enseñanzas, algunas veces las hacíamos individualmente y a domicilio, en el caso de las vírgenes consagradas a Cristo y de las viudas encerradas en sus casas.
Nuestras seguidoras, se organizan en grupos diferentes al de los hombres. Están constituidas en comunidades compuestas por las maestras y sus discípulas. Ellas, igual que los varones, siguen con rigor las enseñanzas, según sus fuerzas.
Donde no había templo, nos reunimos, mujeres y hombres, eso si, separados, en las casas, en las praderas y en los bosques; todos los lugares son validos para alabar a Dios para orar en común y cantar himnos.

Nuestro mensaje se difundió, desde las ciudades, por las aldeas, como una llama incendiaria; prende en el campesinado deseoso de alimentar su espiritualidad, y fuimos creando grupos de fieles seguidores nuestros predicados. Atrae por igual a los pobladores de las ciudades y de los campos, día a día se van sumando a nuestra causa nuevos cristianos fruto de nuestra labor apostólica, también se unen muchos creyentes que comparten nuestra forma de vivir la doctrina de Jesús.

Simposio, obispo de Asturica Augusta, fue uno de los primeros en abandonar el boato y las riquezas que le proporcionaba su jerarquía, haciendo una demostración de humildad, llevó su Iglesia a Aquae Urentes, con él fueron los clérigos afines. Su hijo Dictinio ocupó la sede ordenando nuevos sacerdotes. Hubo, obispos que siguieron a sus clérigos entregados a nuestra causa para no quedarse solos.
Nuestro mensaje es un canto a la vida y a la esperanza, conecta con los pobres y se propaga con rapidez.

¿Sabes porque?

Eran momentos de furia de los campesinos -época final de la "bagauda"- que desembocaron en el ataque a los ricos latifundios y nosotros, enarbolamos la bandera de la paz, predicamos amarse los unos a los otros, el amor a Dios.
¡Adaptamos la liturgia al primitivismo pagano sin contravenir la ley de Dios! Además recibimos con los brazos abiertos a quienes abandonaron la disciplina de la Iglesia cada vez más corrompida que se iba cargando de privilegios que obtenía a cambio de prestar servicios al emperador.
¡Porque predicamos con el ejemplo, practicamos la castidad y vivimos en la pobreza¡

¡Tu has venido en busca de un hereje¡
¿Encuentras la herejía?
¿Es herejía el recogimiento que libremente practicamos?
¿Es herejía nuestro amor por Cristo?
¡Tu pensamiento es del siglo XXI, a el he venido yo¡
Ven tu ahora conmigo, a mi tiempo, a mis treinta años y entrarás en Cauca donde Salviano y todos sus clérigos han hecho votos de castidad y abstinencia de alcohol, igual que habían hecho Instancio en Salmantica y Herenas en Braccara Augusta, quien además, prohibió el matrimonio de monjes y clérigos, de igual modo procedieron los obispos Aquitanos, Bonoso, Cromacio y Rufino, siguiendo lo establecido en el Sínodo de Iliberri, donde se legisló el celibato, pero no se cumplió.

La iglesia ha relajado sus costumbres, distanciándose de las virtudes esenciales de la Iglesia de Cristo, está más interesada en acabar con los cultos paganos y en perseguir las desviaciones doctrinales del dogma ortodoxo que de la salvaguarda de los principios evangélicos de la doctrina cristiana.

Amangon, ven conmigo a caminar por las ciudades y aldeas del norte de Iberia, Gallaecia, Aquitania y también por Lusitania, sigue al hombre lleno de amor ardiente a Cristo-Dios y a la Iglesia que vive del Espíritu Santo.

Unete tu voz a la nuestra, como hizo Latroniano, poeta, orador, azote de seglares, en sus versos de condena al lujo y al poder secular de los obispos, versos de alabanza a Jesús que llevan por el aire la buena nueva de nuestro apostolado ¡Canta con nosotros¡

Quiero desatar y quiero ser desatado
Quiero salvar y quiero ser salvado.
Quiero ser engendrado.
Quiero cantar: cantad todos.
Quiero llorar: golpead vuestros pechos.
Quiero adornar y quiero ser adornado.
Soy lámpara para ti, que me ves.
Soy puerta para ti, que llamas a ella.
Tú ves lo que hago.
No lo menciones.
La palabra engañó a todos,
pero yo no fui completamente engañado.



Ora por una Iglesia cristiana que toma fuerza en el imperio pero es incapaz de acabar con el paganismo; los paganos en las grandes poblaciones mantienen y conservan, tenazmente, el culto a sus dioses. Mira como las disputas entre paganos y cristianos son muy frecuentes e incruentas, sin embargo a nosotros nos respetaban, muchos nos escuchan; no nos impiden difundir nuestro mensaje y más aún, nos siguen.


En la diócesis de los obispos Carterio y Lucio; Duos Pontes y Octoduro,
acogieron con fervor los postulados de renovación del mensaje
evangélico, los principios de pobreza y castidad enseñados por nuestro
señor Jesucristo. Carterio y Lucio rezan siguiendo el breviario de la diócesis de Astorga, antiguo y rechazado por la nueva Ecclesia.

Llegados a este momento, los avatares políticos, la instauración de una nueva dinastía, la valentiniana, el credo niceno y las corrientes heterodoxas, desataron tensiones en las que nos vimos inmersos, justo cuando nuestra voz comenzaba a ser oída, cuando nuestra labor apostólica empezaba a fructificar, en las ciudades, en los campos y en las aldeas y hasta las casas de los montes, donde llevé el mensaje de Jesús; surgieron las querellas. Era evidente que nuestros postulados despertarían las conciencias de una Iglesia insegura, condicionada políticamente, pero no podíamos imaginar que nos enfrentaríamos a quienes, creyéndose en posesión de la verdad, defendían con ahinco el dogma ortodoxo, hasta el extremo de demonizar a los que sosteníamos la necesidad de practicar la pobreza y la castidad, vivir virtuosamente en la Iglesia de Cristo...Nos vimos envueltos en conflicto teológicos, más bien en la liturgia,... y nos encontramos... ¡Cristianos enfrentados a Cristianos!

¡Tu, Amangon, ya sabes que defendemos nosotros¡
¿Que dirías que defienden nuestros adversarios?
¡Defienden el poder y las comodidades en nombre del símbolo niceno, el Verbo, el credo, el dogma de la Única Verdad!.

...Creemos en un Dios Padre Todopoderoso,
hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo...,

Y claman, ¡Pobres de aquellos, que dicen!: "Hubo un tiempo en que no fue" y: "Antes de nacer, no era", y: "Que de lo no existente fue hecho o de otra subsistencia o esencia", a los que dicen que "El Hijo de Dios es variable o mudable", a éstos...sobre ellos, caiga todo el poder de la Iglesia¡...

Y nosotros rezamos como ellos: ...el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre...,
Dios de Dios; luz de luz;
Dios verdadero de Dios verdadero...

Y nuestros rezos no les satisfacen y amenazan:
¡Caiga sobre estos hombres el poder de nuestras iglesias¡ ¡Pobres de aquellos que no respeten los ... Cánones¡ y vienen con...censuras, prohibiciones... persecuciones... ¡Privar del bautismo a los herejes y del viático a los moribundos¡  A quienes digan, pues, que hubo cuando el Hijo de Dios no existía, y que antes de ser engendrado no existía, y que fue hecho de las cosas que no son, o que fue formado de otra substancia o esencia, o que es una criatura, o que es mutable o variable, a éstos... anatema..

¿Iglesia, Iglesia católica? ¿Y donde ponemos a Jesús?
...¿Para cuando dejamos su mensaje?


Nuestra Ecclesia Triumphans, pretende suprimir el paganismo a fuerza de imponerlo en vez de convencer con la fe a los adoradores de dioses paganos, no duda en acusarnos de practicar un doble lenguaje, en calificarnos como la más falaz de todas las sectas, señalando que protegemos con la falsedad, nuestra doctrina justificándola en las Sagradas Escrituras, mediante el perjurio.

En realidad, en la triste realidad, todas las disputas habían comenzado mucho antes, proceden de Nicea, de cuando Constantino unificó el imperio, y también quiso, unificar y uniformar el cristianismo; para ello colmó de privilegios a muchos obispos, elevándoles a puestos importantes, confiándoles, tareas más propias de funcionarios civiles que de pastores de la Iglesia de Cristo, y en Nicea triunfaron los defensores de la ortodoxia, Ossio de Corduba y el diácono Atanasio, definieron la divinidad del Verbo, proclamaron que el Hijo, Jesucristo, «Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado» es «consustancial» al Padre.

¡El credo¡, símbolo de fe, y lo aceptan la mayoría de los obispos entregados a los deseos del emperador. Un emperador dedicado a consolidar el imperio y engrandecerlo, que no duda en emplear todo su ingenio para lograr mantenerlo unido y ejercer la primacía jerárquica sobre cuerpos y almas... ¡Constantino¡,

Constantino, adorador del Solis Invictus, convoca el concilio, no lo hace la Iglesia o algún obispo; más aún, Ossio de Córdoba lo preside en nombre del Emperador.

¿Pero quien es el emperador para decidir en nombre de la Iglesia?
¡ "Pontifex Maximus" ! ¡ese es Constantino !

Constantino, resume la realidad y dicta: a fin de conceder tanto a los cristianos como a los demás facultad de seguir libremente la religión que cada cual desee, ...nomen Christianum y permitir en adelante a cuantos quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente sin que les suponga ninguna clase de inquietud o molestia... como es propio de la paz de nuestro tiempo.

La Iglesia creyó llegado el momento de formular con precisión la doctrina acerca de algunas cuestiones de la fe cristiana: la Santísima Trinidad, el Misterio de Cristo y el problema de la Gracia y se llevó a cabo la definición del dogma católico en medio de batallas teológicas.

Pero no todo iba a salir bien en Nicea; Arrio y Eusebio de Nicomedia y sus obispos seguidores, no firmaron el credo, y el emperador los condeno, al exilio y la quema de sus escritos.
...Se creo un amplio campo, donde crecían las herejías y por tanto florecen los herejes...
¡Así que tu, buscador de herejes, ya tienes donde encontrar al tuyo ó al menos podrás confirmar, si es, quien tu buscas...

¿No querías encontrar herejes?

¡Antes tendrás que detenerte y observar¡

¿Que está pasando en el mundo cristiano, desde la adopción del dogma del credo? ¡Que el obispo Eusebio de Nicomedia, se opuso¡
y ejerció su influencia sobre Constantino, adorador del pagano dios del sol, y finalmente, en su lecho de muerte, fue bautizado.
¡Por Eusebio de Nicomedia!
Se levantó la condena civil a la doctrina arriana y:
"El mundo despertó como de un profundo sueño y se encontró con que se había vuelto arriano". ... los obispos nicenos abandonaron sus diócesis y Ossio de Córdoba y Liberio de Roma, ya ancianos, firmaron, ¡confesión de fe arriana!.

¡Para encontrar al hereje, en mi tiempo, debes descubrir la herejía!, para ello, tienes que situar los hechos en el momento en que se están produciendo; acaba de morir Valentiniano, ferviente cristiano, después de haber restablecido la completa libertad de cultos y algunos de los antiguos privilegios del Cristianismo. Durante ese mismo año, su hijo Graciano, nuevo emperador de occidente, otorga favores a los cultos cristianos, renuncia, incluso, al titulo de "Pontifex Maximus" y debes centrarte ahora en los hechos que vive la Iglesia Hispanoromana.Higinio, a la muerte de Ossio heredó su cátedra, pero no su santidad, halló su momento, posiblemente incitado, por clérigos temerosos de perder sus privilegios, denuncio nuestra forma de predicar los Evangelios, acusándonos de estar creando una nueva Iglesia.

¿Una nueva Iglesia? ¿nueva porque abre las puertas de los templos a las mujeres, como participantes activas? ¿porque predica la abstinencia de alcohol y carne, condena la esclavitud, no condena los prohibidos evangelios apócrifos de Tomas, Juan y Andrés, utiliza el baile como parte de la liturgia y ...una iglesia que busca la antigua perfección apostólica?...




TERCER ENCUENTRO


En Munda, población cercana a la ciudad de Corduba, capital de la de la Bética, nació Higinio. Siendo aún muy joven, cruzo el puente sobre el rio Baetis y enmedio de sus dieciséis ojos, observando sus aguas, las que según la leyenda, arrastraban oro, se paro indeciso, contemplando el templo dedicado a Jano y la Iglesia del anciano obispo Ossio, por quien, finalmente, se decidió.
En la ciudad fundada por Marco Claudio Marcelo como emplazamiento militar para defenderse de las incursiones lusitanas, en la metrópoli que vio nacer a Lucano, y al filósofo Séneca, hijo de Séneca "el retórico", fue bautizado y alcanzó la cátedra sin renunciar a los placeres mundanos.
Higinio, es, no lo dudes, un oportunista, esclavo de su gula, frágil en sus creencias, y quizás asustado con nuestros predicados, recurrió a HIdacio, prelado de Emerita Augusta, y no dudó en extraer de su biblioteca, todos los hechos considerados heréticos; confecciono con ellos graves acusaciones contra mi y mis seguidores, carentes de fundamento. Envió en escritos a Itacio de Ossonoba y a Dámaso de Mediolanum, vertiendo cuantas enjundias se le ocurrieron; no escatimo nada, nos atribuyo celebraciones paganas, rituales de brujería, orgías, ir descalzos, maniqueísmo, gnosticismo, hechicería y practicas de magia.

Hidacio obispo sucesor de Liberius, ejerce la primacía de la Lusitania en la sede Proconsularis de Emerita Augusta, logró alcanzar influencia decisiva como primatus, adversario del Arrianismo, recio defensor del dogma de la Santísima Trinidad; el Misterio de Cristo, el problema de la Gracia y la definición de la divinidad del Espíritu Santo, recién formulada en Constantinopla, guían sus actos, condena la actuación de los adversarios con exagerado rigor, reparte excomuniones de modo impropio, persigue como herejes a todos cuantos se oponen a sus actuaciones. Hombre precavido, extremó tanto el rigor en su diócesis, que obtuvo resultados contraproducentes, aumentando el número de mis seguidores y siendo abandonado por muchos de sus clérigos.
Para atajar nuestra expansión, Hidacio apoyado por Itacio, promovieron la celebración de un Concilio para rebatir nuestra fe, las ideas que consideraban heréticas; entrega un commonitorium en el que nos impone una disciplina de conducta y acaba haciendo prevalecer su posición.

Así, de este modo, nos vimos convocados en Caesar Augusta en la Iglesia del obispo Valerio.

¿Crees que al concilio iban en busca de la verdad?...

A Caesar Augusta acudieron con la intención de censurar nuestra aptitud, convencidos de sus razones; y yo no dudo, que guiados por la fe, pero llegaran cargados de animadversión.

¡Abre bien tu mente, tu que has venido en busca de herejes¡

¿en mi busca?

Ahora tendrás la oportunidad de encontrar la herejía; el juicio eclesiástico, contra mi y mis seguidores, es el principal motivo del Concilio, ¡y creían que no iba a estar allí para defenderme¡.

A Caesar Augusta llegan convencidos de ser necesarios para la cristiandad, quieren frenar los actos de herejía, cada vez más frecuentes entre sus feligreses; se sienten abandonados por ellos, no tienen respuesta y acuden en busca de soluciones, no aceptan nuestras ideas de reforma moral y espiritual, peor aún las combaten.

Van llegando, Febadio de Ageo, Delfino de Burdigala, Auxencio de Toledo, Hidacio de Emerita Augusta, Simposio de Asturica Augusta, Itacio de Ossonoba, Himerio de Tarraco; los obispos Carterio y Lucio, acudieron mostrando desde el principio su desinterés por hallar acuerdos, Eutyquio, Ampelio y Esplendonio, por el contrario, desean conciliación.
Esperamos la llegada de Higinio, quien finalmente, no hace acto de presencia, tampoco Salviano e Instancio.

Vienen con el boato acostumbrado, seguidos de su séquito de aduladores, algunos, traen la decisión tomada, han llegado esperanzados de no encontrar contestación; aprovechan la hospitalidad y la generosidad de Valerio, disfrutan de la placentera primavera que arropa la ciudad, del agasajo que les dispensan y a pesar del ambiente relajado, se les ve nerviosos.
Unos están muy preocupados con nuestros predicados, incapaces de prescindir de sus prebendas, creen que somos una lacra para sus diócesis, también los hay que no les afecta y otros que no quieren soliviantar a sus fieles. Se muestran contrarios a nuestras ideas, sobre todo contra el celibato. ¿Sabes que hasta los paganos lo practican?

Mi inesperada presencia les genera un profundo desasosiego, diría, que el malestar, les hizo iniciar la asamblea conciliar con precipitación, sin tiempo para encomendarnos a nuestro señor, sin plegarias, sin oraciones, sin pedir al Señor que nos ilumine en nuestras decisiones.

Simposio, al segundo día, abandona con precipitación el Sínodo, nunca supe cual fue la causa, quizás. reprueba lo que esta aconteciendo.

Itacio de Ossonoba, se dirige a la asamblea:

Prisciliano y sus seguidores dejan que las mujeres lean la Biblia en casa de hombres con los que no tienen parentesco, ayunan los domingos, se retiran a las montañas, andan descalzos, Aman la noche, trabajaban a la luz de la luna y muestra afinidad con rituales paganos, sobre todo agrícolas en los que usan el zodíaco, creyendo con ello obtener mejores cosechas...leen libros prohibidos...
No pude contenerme por más tiempo y estalle:
¡Jesús llevaba sandalias! ¡los mismos libros aceptados conceden autoridad a los libros apócrifos¡ confesé su lectura, y aún sabiendo que estos contienen doctrinas heréticas; ¡el buen juicio puede separar lo bueno de lo malo¡.
¡negué los conciliábulos nocturnos, una y otra vez¡
 
Puedes creerme, Itacio, investido de gran autoridad, clama con fuerza,que rendimos culto a dioses y héroes paganos, que usamos sus himnos y utilizamos su liturgia contraria a la Iglesia... ...sigue con acusaciones de idolatría y de prácticas mágicas, conjuros para la obtención de mejores cosechas, invocaciones al sol y a la luna.. ...cánticos y bailes...reuniones nocturnas, orgías y preso de la ira grita: 
 
¡Prisciliano es un falso obispo¡
¡Es un impostor¡ Acusa Hidacio: proclama que el diablo no es obra divina, sino producto de las tinieblas, por lo cual nunca fue ángel, ¡rinde culto a los demonios¡ ¡Herejía¡

Protesté con indignación... pero Itacio de Ossonoba, unió a la causa de Hidacio, otras varias acusaciones y con más ahinco; emplazo al sínodo a utilizar la firmeza para reprimir las herejías...
¡Este falso obispo y sus seguidores¡, se atreven a defender la igualdad de sexos para halagar a las mujeres... permitir a las monjas "tomar el velo" sin presencia de los obispos... exhortar a los clérigos para que renuncien a nuestra jerarquía y practiquen una vida ascética... convocar a reuniones campestres en Navidad y Adviento, a meditaciones y ayunos fuera de los templos en la Cuaresma...leer "lo que está de más" ...¡el Hijo de Dios se encarnó para redimirnos, murió por nosotros y fundó la única religión verdadera¡ y estos herejes, opinan que no existe sólo la revelación escrita, sino que hay una revelación perpetua del Verbo, siendo el grado supremo de la fe el conocimiento de la Divinidad de Cristo, leen, estudian y difunden los libros prohibidos...se proclaman obispos y se apartan de nuestra obediencia.
¡Hereje¡ ¡Hereje¡ ¡Hereje¡ 
 
¡Estas practicas son herejías¡ ¡herejías que deben ser castigadas ¡

¡Excomunión¡ ¡Excomunión, brama encolerizado¡
¡ Defendí y negué con vehemencia tales practicas, explique con profusión nuestra labor apostólica, como calaba el mensaje de Cristo en la población, cada vez más cristianizada y menos pagana.
¡Nuestras enseñanzas se extienden en todos los estratos sociales¡, ¡incluidas a las familias ricas e influyentes¡,
¡en vuestras diócesis os alejáis; en nombre de la ortodoxia, de los principios evangélicos de la doctrina cristiana¡
¡Quiero desatar y quiero ser desatado¡,
¡Os cargáis de privilegios¡ ¡Os llenáis de vanidades¡
¡Lleváis una vida superflua y vacía¡
¡Quiero cantar: cantad todos¡
¿Guardianes de que fe sois?
¿En nombre de quien habláis?
¡Quiero llorar: golpead vuestros pechos¡
¿Donde habéis dejado a Jesús?
¡Tú ves lo que hago¡ ...

Hidacio, duda la legalidad de mi cátedra, Itacio me acusa de escándalos amoroso, junto a Prócula y llegó a decir que era la reencarnación de un brujo druida, vocifera contra mi:

¡vuestro ascetismo conculca las normas canónicas¡

No son capaces de responderme cuando les interpelo:
La vida ascética cristiana es tan antigua como la Iglesia de Jesucristo, desde los mismos orígenes, han existido fieles que abrazaron una vida de plena imitación del Maestro: permanecían vírgenes o guardaban continencia, practicaban la oración y la mortificación cristiana y se ejercitaban en las obras de misericordia, por el Reino de los Cielos
¿Los ascéticos, que dependen de vosotros... porque no son mal vistos? ¿Donde esta la diferencia?
¿Acaso la diferencia estriba en que nuestras enseñanzas escapan a vuestro control?
¿Pensáis que no tenemos buen juicio y que no somos capaces de separar lo bueno de lo malo?
¿Como puede ser condenable el manejo de Sagradas Escrituras, si hasta los monjes las conocen de memoria?
¿Como se puede reprochar la participación de las mujeres cuando el propio Jerónimo, está rodeado de ellas en Roma?
¿Puede condenarse que utilicemos costumbres paganas con el único fin de atraerlos y así poder convertirlos en cristianos?
¿Puede ser censurable que utilicemos canticos y bailes en nuestra liturgia, cuando el propio Damaso lo hace?
¡De nada sirvió mi disertación¡
¡Cierto que nos cruzamos acusaciones epistolares¡
¡Cierto que todos nos creemos en posesión de la verdad¡
¡Soy lámpara para ti, que me ves¡, y más cierto aún, que intentamos acercar posturas...

...El obispo Valerio, anfitrión del sínodo, nos traslado las recomendaciones de Dámaso, reclamando sensatez y evitar condenas, sobre todo a los ausentes, in absentia.

Retomé la palabra ante la asamblea para recordar cuan alejados estábamos de la Iglesia de Jesús, de la Iglesia de los pobres:
En el Concilio de Iliberri, (celebrado en Baetica a principios del siglo-), se acordó como debía regirse la Iglesia con cánones draconianos que lejos de aproximar la iglesia a los creyentes, hacían que se alejaran de ella y establece que no se reciban ofrendas con ocasión del bautismo, rechazar las ofrendas de los excomulgados y de los poseídos por el demonio; y vosotros habéis vendido el perdón a los excomulgados, habéis aceptado ofrendas en el bautismo.

Iliberri permite a los clérigos ganarse su propio sustento mediante la negotiatio (dedicación al comercio), siempre que no acudan personalmente a las ferias y mercados; esta actividad, de mercaderes, reporta sustanciosos beneficios a muchos clérigos, ha creado un clero ávido de enriquecerse, incluso estáis exonerados de la collatio lustralis (-impuesto exigido a los comerciantes-)
Extremáis las exigencias, no en el dogma, sino en la liturgia y en la subordinación al obispo primatus. ¿Donde habéis dejado a Jesús?
¡Fueron obispos los que los impusieron los cánones y... ¡Son obispos los que los incumplen¡...Si algún clérigo,... abandonase su oficio y quisiere parecer como más observante de la ley, siendo monje, debe ser expulsado de la Iglesia, ... debe separarse de la Iglesia a los matrimonios de cristianos con gentiles, «herejes» o judíos, no puede haber sociedad alguna entre el fiel y el infiel... ...a los hortelanos que reciban la bendición de sus frutos por judío... ...y para atajar posibles peligros de idolatría, prohibisteis las representaciones pictóricas en las iglesias ...

Amangon, buscador de herejes, has de saber que Itacio extremó tanto el rigor, sin predicar con el ejemplo, que obtuvo resultados contraproducentes, aumentó en su diócesis el número de paganos y disminuyo el de los cristianos, atribuyéndonos a nosotros la responsabilidad de tales hechos.
¡De ahí vine su odio a mi¡
¿Vas comprendiendo, buscador de herejes, que se debate en el Sínodo?

¡No fue posible entendernos¡
¿...y como nos íbamos a entender?
¡Quiero salvar y quiero ser salvado¡
...Proseguí rebatiendo, una por una, todas las acusaciones, entre signos de aprobación de algunos de los presentes; ...pero Hidacio e Itacio no cejaron en sus deseos de condena y para defender sus intereses, pedían excomuniones, para mi... y para mis seguidores.
¡Sin fundamento teológico¡

Observa los tiempos que estamos viviendo, las luchas internas de la Iglesia, las peleas entre quienes rigen su destino y como da comienzo la persecución de anacoretas, vegetarianos, clérigos con el cabello largo... monjes sobrios …de todos aquellos que no se pliegan a los deseos de los obispos que buscan la primacía.

Y... El concilio censuro y prohibió practicas que ya habían sido condenadas en Iliberri... y nosotros. nosotros no resultamos condenados.

¡Itacio e Hidacio no pudieron rebatirme, no supieron ó no quisieron¡ ¡tenían otros planes¡. Un trama, en dos partes, su primera parte daba comienzo, en el Sínodo, caso de no responder a sus pretensiones, obteniendo mi condena, no se detendrían, y como la balanza de la verdad no se inclino ni a la tierra, ni al cielo, pusieron en marcha, la segunda parte, acudir al emperador.
Graciano abordó el tema condicionado por la ortodoxia de la Iglesia oficial romana, aliada al trono imperial, alumbrado por la visión que convenía a sus intereses, bajo el mismo contexto político.
¡Graciano, dicta y ejecuta cuanto le aconsejan...no quiere problemas¡
Está en una situación delicada que le hace buscar apoyos en la Iglesia que a su vez necesita del amparo institucional para enfrentarse a los movimientos disidentes, y... ¡Nosotros somos disidentes¡

Graciano firma un rescripto imperial contra los herejes, contra nosotros, y ordena que abandonemos las iglesias y ciudades, e incluso el territorio.

¡No me rendí ante las falsas acusaciones¡
Me dirigí a Dámaso ¡Hay quien " levanta falsas plegarias, entreteje de mentiras la verdad de los hechos, y, disimulando nuestros nombres,solicita un rescripto contra los seudobispos y maniqueos, que, naturalmente, consigue, puesto que todo el que oía a los seudobispos y maniqueos les odiaba. Incluso a un varón ilustre, hermano tuyo, el obispo Ambrosio, se le cuentan todas las mentiras". Le envié a Dámaso el Liber Apologeticus, rebatiendo el libelo presentado por Itacio en el concilio, redacte el Liber ad Damasum epíscopus, relatando los sucesos que se desarrollaron desde la clausura, intente allanar con mis argumentos los conflictos, en vano, negué los conciliábulos nocturnos, de nada sirvieron mis alegatos sobre, de que, los mismos libros aceptados conceden autoridad a los apócrifos, de los que me confesé lector, aún sabiendo que estos contienen doctrinas heréticas; el buen juicio puede separar lo bueno de lo malo. ¡No fui contestado¡


La Iglesia y el Emperador, preocupados por nuestra creciente doctrina,formaron un frente común para silenciarnos y crecieron las diferencias.

¡No hubo forma de acercar posturas¡

¡Y lo intentamos¡

Para llegar al entendimiento, Salviano e Instancio, emprendieron viaje a Emerita Augusta: iban a entrevistarse con Hidacio, en mala hora, ¡tuvieron que huir¡ ¡el gran glotón en persona, salio a recibirlos¡, ¡arengaba a una turba de exaltados dispuestos a lapidarlos¡

¡Quiero adornar y quiero ser adornado¡
¡No, no fue posible entendernos¡

¡Juzga tu mismo¡

Hidacio, temiendo que se investigara su actuación contra Instancio y Salviano, se dirigió a Ambrosio, le envió un informe, lleno de falsedades, denunciando actividades heréticas, para obtener del emperador, nuestra excomunión y destierro de nuestras sedes. ¡Y lo consiguió¡




CUARTO  ENCUENTRO


Ahora nos encontramos en una situación anacrónica:
Cuando un obispo es depuesto de su sede por concilio puede recurrir la decisión ante la sede romana, el obispo de Roma tiene potestad para declarar nula la decisión y someter la decisión a un nuevo concilio, aunque eso si, deberá celebrarse en otro ámbito territorial.
¡Pero nosotros, en Caesar Augusta, no fuimos condenados, allí censuraron y prohibieron nuestras practicas¡ ¡Nosotros fuimos depuestos por el emperador¡


Comprendimos que teníamos que ¡Acudir a Roma¡

Y emprendimos viaje a Burdigala para procuran la intervención de Delfidius, Eucrocia y de nuestros hermanos.

Viajé acompañado por Instancio y Salviano con el objetivo de explicar a Dámaso nuestra postura y defender nuestras posiciones, pero... el propósito.... y...
¡Sigueme hasta Roma¡ Vamos al encuentro con Dámaso, en otro tiempo partidario de Félix, cuando estuvo enfrentado a Liberio, reconciliado con él, se encuentran ahora guerreando contra Ursino.

Dámaso, poeta y cantor, defiende, eficazmente, la primacía del obispado de Roma: él quiere ser el padre de los patriarcas, el "Pontifex Maximus", servir a Dios y al emperador, navega entre aguas. La pretensión de ejercer una primacía jerárquica sobre el resto de la cristiandad, guía todos sus actos.

¿Te sorprenderías si te dijera que somos familia?

¡Pues lo somos, pertenecemos a la misma tribu¡ ¡et primus¡

¡Mi buen Damaso¡ conocedor de mis de mis platicas Tractatus ad populum, dirigidas a los feligreses y la Benedictio super fideles, donde mostré mi maestría oratoria, recomendó a Valerio: ¡no le dejes hablar, siempre que se le deja hablar y razonar vence con su voz y su mente¡.

Dámaso cree firmemente que nuestras tesis perjudican sus intereses,
¡Somos un problema¡
El, que introdujo en sus misas, canticos de aleluyas, sin que este hecho constituyera herejía, rechaza y condena nuestra liturgia porque utilizamos canticos y bailes.
Él, que como yo, sufrió, la calumnia y la enemistad, por su labor entre las damas, auriscalpius feminarum, le llamaban, envidiosos de sus méritos, no quiere acordarse de nosotros, tampoco quiere recordar sus luchas con Ursino y sus partidarios. No quiere volver la vista atrás para no ver como sus seguidores, armados con sus herramientas de trabajo, hachas, espadas y bastones, asaltan la basílica donde se refugia Ursino y sus leales, lanzándoles teas encendidas, ocasionando centenares de muertes...¡que aún deben dolerle en el alma¡

¡Mira¡ como recompensa los servicios que le presta Jerónimo¡ ¡Como le exculpa de sus actos, cuando imitó a los eremitas de Oriente en Aquilea, en torno a su Obispo Valeriano¡, ¡como le perdona la formación de cenáculos, con sus compañeros, los obispos Bonoso, Rufino y Cromacio¡ y como resta importancia a que en ellos se cuenten historias y conversen sobre las Sagradas Escrituras.

¡Para Dámaso y Jerónimo, son historias edificantes¡ ¿Porque?
¡Porque sirven a los intereses del que quiere ser Pontifex Maximus¡

Jerónimo había llevado una vida frívola y disipada, tenia problemas de conciencia, y por tanto está lleno de turbaciones; su mente le lleva a combatirlas con ásperas penitencias. Después de tanto peregrinar, Dámaso, le acogió entre sus consejeros y le permitió hacer de guía espiritual de mujeres piadosas. ¿No te parece curioso que para dirigirlas por camino de la perfección, aconsejarlas y consolarlas, utilizará las lecturas de las Sagradas Escrituras, ayunos y canticos?
¡Jerónimo practica retiros ascéticos que Dámaso no condena¡
¿Puede que Jerónimo no fuera un hereje y nosotros si?

En Roma, mi buen Dámaso, no se digno tan siquiera a recibirnos, no accedió a entrevistarse con nosotros, y sabia lo que pedíamos, que no era otra cosa que se retiraran las acusaciones formuladas, eso sí, mediante la convocatoria de un concilio; no se mostró hostil, aunque, su postura, ciertamente, no era diferente de su forma de vivir, ¡nadando entre dos aguas¡
¡Ignoró mis misivas ó me ignoró a mi¡
Dámaso me negó como Pedro a Jesús.

¡El primero de los obispos, el de mi gens, de la misma tribu¡ ¡et primus¡,el que desea convertirse en Pontifex Maximus, se inhibió¡

¿Como iba a intervenir él en una decisión arbitraria de la corte imperial?


¡Señor, Señor¡ ¡La palabra engañó a todos, pero yo no fui completamente engañado¡

¡Llegamos a Roma llenos de fe, cargados de razones, siguiendo la luz de la verdad... tras nosotros, la sombra de la intransigencia, acechaba.

Mis dotes de adivinación, no contemplaron la llegada de la segadora de vidas, y ella, en la impunidad de la noche, se apoderó de Salviano, sembrando el desasosiego en nuestros cuerpos y en nuestras almas.

Enterramos a nuestro hermano, en la Roma que seguía siendo pagana, ante la indiferencia y ausencia del obispo de una de las cuatro sedes de los patriarcados originales, consolados por comunidades de cristianos y asistidos por sacerdotes seguidores de Dámaso.

En medio de las dificultades, vagando por las calles y plazas, abundantes en estatuas de dioses; aquí Saturno, más allá Venus y Juno, y a las puertas del Senado, ante el altar de la divinidad protectora del imperio, viendo como los senadores queman incienso y derraman libaciones, antes de entrar o al salir.
¡Hallé, una posible solución, un punto de referencia: ¡ ir a Milán¡



Milán¡¡Mediolanum¡ la ciudad donde un joven gobernador, Ambrosio, se resistió a ser elegido obispo, pese a ser proclamado unánimemente por el clero y la comunidad, urbe donde los hombres, sienten la necesidad de demostrar, continuamente su carácter aristocrático y hacen gala de sus Leyes, tiene que ser un buen lugar para obtener justicia.

¡Ambrosio, obispo de Mediolanum¡ al fin se rindió a la voluntad divina, recibió el bautismo y fue ordenado sacerdote; ¡consagrado obispo¡, ¡eso si¡, ¡después de ser secretario del prefecto de la ciudad¡
Muy pronto supo de honores y de gobierno, igualo en dignidad al gobernador; cierto que su vida sobria, la convirtió en austera, se desprendió de sus riquezas, desechó las comodidades y se entregó a... la penitencia... y...el Ambrosio, que había escondido su timidez y su temperamento, airado e impetuoso; ...fue capaz de ganarse al pueblo, ...y... ¡sin ser esto herejía¡, ¡se acostó Gobernador y despertó Obispo¡
Confraternizó con Jerónimo, Paulino de Nola, Paula y sus hijas, y además...se convirtió en defensor de la virginidad, amigo del emperador y ...quería, hacer compatible, servir a Dios y al Cesar.

Ambrosio, defensor de los pobres, ciegos, cojos, mancos y hambrientos, no dudo en utilizar en su su liturgia canticos que en otros eran herejías e incluso, se transformó en perseguidor de herejes.
¡El que no había querido ser Obispo, alegando que no podían serlo, los no bautizados¡ ¡Ese mismo Ambrosio¡ es quien, inicia una reforma de la Iglesia, secular, que no moral y espiritual. ... se sabe que no hay peor inquisidor que el converso.

Ambrosio era rival de Dámaso, pero no por ello atendió mi petición, mostró la misma indiferencia y una inquietante ceguera, como la que padecen todos cuantos no han visto la verdadera luz de Cristo.

Acudimos al emperador y la corte imperial, titubeante, vacilante, no se pronunciaba, nuestras esperanzas de ser recibidos por Graciano, se dilataban en el tiempo.
Logramos que nuestras suplicas fueron atendidas por el magíster officiorum Macedonio, quien medió ante Graciano para atender nuestras reclamaciones, le convenció para anular el decreto y reponernos en nuestras sedes.

¿Buscas herejes? ¿no te parece que te has confundido de época?

¡Vienes a los tiempos de los mayores enfrentamientos entre los cristianos, los momentos de los dogmas de fe. Dogmas que imponen los alejados del primitivo cristianismo que predicaba Jesús¡


¡Convencí a la corte del emperador, no a la curia, y además, logre que nuestro mensaje se extendiera con mayor fuerza¡


Resuelta la situación, conforme aumenta nuestra presencia, aumenta la desconfianza de nuestros adversarios.
Hubo obispos que abandonados por sus clérigos, no tuvieron otra alternativa que unirse a ellos.,
¡Higinio de Corduba se sumo a el y aún otros muchos¡.

Hidacio no abandona e Itacio arenga sin descanso a sus correligionarios.

¿Vas viendo, buscador de herejes, como se teje, entre la ortodoxia y la heterodoxia?
¡Contempla ahora, como nuestros hermanos, Hidacio é Itacio, estando obligados a probar todas sus afirmaciones, así lo demanda Dámaso, rehuyen hacerlo, mientras siguen empecinados en sus denuncias en los tribunales civiles¡

Una y otra vez, Macedonio, rechaza sus pretensiones, pues Macedonio, sobornado, según ellos, seguía protegiéndonos; más aún, acuso a Itacio de perturbar la paz de las iglesias, e Itacio tuvo que ir a refugiarse en Tréveris, bajo la protección de Brittonio, para evitar la cólera de Macedonio.

Macedonio logró para Graciano la paz entre las iglesias cristianas



Flavio Graciano, nombró a Teodosio Magíster Militum, Augusto, emperador de Oriente y Teodosio quiere convertir el cristianismo en la única religión del imperio, merced a sus edictos contra las desviaciones doctrinales del dogma ortodoxo; él y no otro, convocó a concilio en Constantinopla. Y cierto que asistieron muchos obispos, hasta Ambrosio envió una representación... y allí nos convierten en heterodoxos.¿Que te digo? ¿heterodoxos?
¿Tu, seguramente, nos llamarías herejes?
Pero, aunque no puedas creerlo, no nos condenan a nosotros.
Condenan a quienes rechacen o pongan en duda la fe de ellos, a los que nieguen la unión del Verbo con la humanidad en unidad de persona; aquellos que afirmen que Jesús era un puro hombre en quien habitaba el Hijo del Eterno Padre, y si Jesús no era Dios tampoco María podía ser Madre de Dios. A los que dicen: "Hubo un tiempo en que no fue" y: "Antes de nacer, no era", y: "Que de lo no existente fue hecho o de otra subsistencia o esencia", a los que dicen que "El Hijo de Dios es variable o mudable", a éstos los anatematiza.

¡Así es la Iglesia Católica¡.

Y mientras tanto, en Roma los partidarios de Ursino, que no eran los únicos en crear preocupaciones a Dámaso, le mantienen ocupado.
Al lado del antipapa se agitan durante todo este tiempo los titulados obispos cismáticos; luciferinos, donatistas y novacianos...pero...¡nosotros no¡..
Y...cuando la tranquilidad apareció y daba comienzo la paz.
Una nueva tragedia se cierne sobre nosotros, viene de Britania, de la mano de Magno Clemente Máximo.
En Britania, las legiones hartas de promesas y falta de soluciones a sus demandas, eligieron a Máximo, embarcaron al continente, sometieron la Galia y le proclamaron emperador.

¡Señor, ten misericordia, ten piedad¡

Itacio, bajo la protección del prefecto Gregorio, amparado por el obispo Brittonio, en Tréveris, aprovechó la oportunidad; no tardó en volver a presentar las acusaciones, ante la nueva autoridad imperial y presentó un hábil escrito en nuestra contra, contando con el apoyo del obispo destacado miembro de la Iglesia oficial.
Magno Clemente Máximo, necesita de su amparo, sabe que es fundamental para legitimar su usurpación...

¡Ay señor, señor, cuantos trabajos nos mandas¡

¡Magno Clemente Máximo convocó a sínodo en Burdigala¡

...Desde el primer día reinó la hostilidad hacia el papel de las mujeres en nuestras iglesias... Volvieron las acusaciones de mantener amores indecentes con Prócula, participar en orgías nocturnas con mis seguidoras, utilizar hechizos y encantamientos, falsos conocimientos de la ciencia, de no admitir distinción de personas en la esencia divina, sino sólo en los atributos, siendo el mismo Dios unas veces Padre, otras Hijo y otras Espíritu Santo, de caminar desde la ortodoxia hacia el anatema, sin rectificar, aún habiendo sido reconvenido y advertido. Y agregó...¡practica la brujería¡

¡Es un hereje... y todos sus seguidores lo son¡¡Falso obispo¡ ¡condenado, depuesto y aún se rebela contra la autoridad de la Iglesia¡

A Hidacio, Itacio y Máximo, les interesa el sometimiento a la justicia civil, mientras que Martín de Tours y Ambrosio de Milán, defienden con tesón, la independencia eclesiástica, a nosotros las posiciones encontradas; nos perjudican, aunque Martín, insista en la pulcritud teológica.

Martín de Tours, acuso de inmorales a los obispos denunciantes, capaces de participar en un proceso donde se pedía mi cabeza...
Con voz pausada, investido de Santidad se hizo escuchar:
¡Hay de vosotros hermanos en cristo, si no sois capaces de perdonar¡
¡Hay de vosotros obispos, insatisfechos con vuestras excomuniones¡
¡Hay de los que no os basta la mitra, y que también queréis la cabeza¡
¡Hay de vosotros, si estáis sedientos de sangre y no de justicia¡
y...en pleno juicio, se dirigió al emperador; ¡estos cristianos han sido castigados conforme a la doctrina de Jesús...con la excomunión¡...

...¡Solo la ley de Dios les es aplicable y con ella se hace justicia¡...
...¡Solo los obispos pueden ser juzgados por obispos¡...

... y Martín abandonó el sínodo, sin despedirse del emperador, ignorando al tribunal...y nosotros quedamos... nos quedamos sin nuestro mejor valedor. ¡Cuanto tenemos que agradecerte, Martín de Tours¡

...Para mis acusadores y juzgadores, no basta con que nos expulsen de las iglesias, mis pecados solo se podían expiar con la vida...
¿Crees tu que les movía la fe?
¿Tal vez querían nuestras posesiones?
¿ó solo pretendían acabar con nuestra disidencia?
¿Que podíamos hacer?
¡Aquí, solos ante ti, señor¡

¡Itacio, logró, sin esfuerzo, convencer al nuevo emperador¡.


Pecamos, cometimos pecado... pecado de inocencia, y los acusadores, ahora en Tréveris... sólo se mantienen su acusación de Maleficium, ...
...conocimiento y práctica de magia...costumbres licenciosas...
¡delitos contemplados en la legislación civil¡...

Conforme a las leyes romanas, firmemente creído en la justicia, convencido en poder demostrar mi inocencia; ejercité el ius provocationis, apelé al emperador, quien, finalizado el Sínodo, mandó abrir el proceso civil; nombró juez de la cuestión al prefecto Evodio.
Itacio renuncia a ser el acusador, de ello se encarga un oficial del fisco, Patricio.

¡Estamos convencidos de obtener justicia¡

¿Fue un error entregarnos al tribunal civil?

¿Sabes tu buscador de herejes, como se reconocen los herejes?

¡Patricio solicita nuestra condena por practicas de brujería¡

Evodio, rodeado de presiones, ordenó mi encarcelamiento... y...de este modo nos encontramos en Tréveris para ser enjuiciados.

Aquí dio comienzo el calvario...

¿Te acuerdas de la acusación de Jesús a Pilatos por los sacerdotes judíos?..al igual que Jesús..., entregado la justicia romana...

Cruce el puente sobre el Mosela en un carro tirado por bueyes, enjaulado, accedí a Augusta Treverorum por la Porta Nigra; allí, en sus calles multitud de personas nos acompañaron en nuestro recorrido hasta la sala del trono del emperador en la basílica.

¡Pobres torturadores¡ ¡Ignoran que a mayor, tortura, mayor penitencia.
estoy dispuesto a sufrir los tormentos a que quieren someterme, cuanto pudiere sucederme lo he de sufrir
Encarcelado, encerrado con mis seguidores en prisión oscura, desnudados, azotados con saña, atados con cuerdas, desgarradas las carnes con uñas y garfios de hierro, sin comer, doblegaron la voluntad y confesamos, encantamientos y hechizos.

¡Bajo tortura siempre hay confesión, eso dice la ley romana¡


...Y aún hay quien dice que no fuimos declarados culpables como resultado de las débiles argumentaciones, sospechas inciertas, ¡sino, por nuestras confesiones durante el transcurso del juicio¡...

¡Todo estaba escrito en las estrellas¡
¡Todo se vuelve en nuestra contra ¡

¡Solo los herejes distinguen a quienes lo son¡

¡Siento como al demonio acechando mis virtudes¡
¡Siento que quiere mi alma..., viene por ella¡
¡Siento la traición¡

¿Y tu,Amangon, buscador de herejes, que sientes?

¿No sientes al maligno?
...¡No juzgan mis pecados, ni mis virtudes¡,
...¿Juzgan...mi vida?...

¡Es mi vida lo que quieren¡

¡Estalla en la sala, Maleficium,... Maleficium¡

¿Magia, esoterismo?

...¡Brujería¡... ¡Brujo¡

Mi alma se aflige, mi cuerpo se encoge, mis ojos se cierran, mi pensamiento busca y se aferra a Jesús:¡lucho por salvar la vida¡

¡Mi cuerpo pugna con el mal para evitar que se apodere de él¡
¡El mal es sombra¡ ¡Cristo, vence a la sombra con su luz¡

¡Señor, tu que me hiciste mensajero de la esperanza, que me elegiste para difundir tu mensaje...¡ilumina mi mente¡ ¡lleva la paz a mis enemigos¡ ¡Bendice a tus fieles¡

No puedo evitar el temor, los recuerdos y me pregunto donde queda...el permitir a cuantos quieran observar la religión cristiana hacerlo libremente sin que les suponga ninguna clase de inquietud o molestia... ¡nomen Christianum¡

¿Donde queda la facultad ciudadana... de... observar libre y abiertamente la religión que hayan escogido, los ciudadanos, como es propio de la paz de nuestro tiempo...?

¿Sabes, buscador de herejes donde quedan?

¡Quedan en la conjunción de los intereses de Máximo y de Dámaso¡
¡El demonio, tienta por igual a unos y a otros¡... y Máximo...quiere congraciarse con Teodosio...quiere exterminar herejes y no se preocupa de encontrar herejías. ¡Le bastan los herejes¡

¡No puedo dejar de cavilar¡ El bien triunfa sobre el mal, Cristo vence al mal. El mal es el diablo, demonio, tentador de Jesús.
¡Satanás, detente¡ ¡Creo en un solo Dios, Padre omnipotente, creador del cielo y de la tierra, de todas las cosas visibles o invisibles. Y en un solo Señor Jesucristo¡
¡Leviatán retrocede¡
Mis pensamientos se dirigen a Teodosio, a su edicto:

¡Ordenamos que..., de acuerdo con esta ley...que..., todas las gentes abracen el Catolicismo ¡Christianorum Catholicorum nomen¡
...declarando que los dementes e insensatos que sostienen la herejía... y cuyas agrupaciones, conciliabula, no tienen el nombre de iglesias, han de ser castigados, primero, por la Justicia Divina y, luego, por la pena que lleva inherente... el cumplimiento... de nuestro mando, que... ostentamos por... voluntad de Dios...

...Lejano, muy lejano, ensimismado, escucho la voz acusadora...puesto que recibieron la imposición de manos, permanezcan en el clero ¡pero ante todo conviene que confiesen por escrito que aceptarán y seguirán los decretos de la Iglesia Católica y Apostólica¡

...Todas las miradas convergen en mi sin percibir el dolor en mi corazón, ni la oración que brota de mis labios...

Creo en un solo Dios, Padre omnipotente,
hacedor del cielo y de la tierra,
de todas las cosas visibles e invisibles...

¡Jesucristo Dios y hombre verdadero¡
¡Quiero desatar y quiero ser desatado¡

La voz regia y segura de Patricio resuena en la sala:
¡No hay duda, han conculcado las leyes del emperador¡

De mi boca, casi sin aliento, brotó la palabra:
¡Bien pobres sois que juzgáis a las mujeres por excesiva piedad¡
¡Bien pobres sois acusáis a los hombres por practicar la castidad¡
¡Y que decir de vosotros clérigos que lleváis una vida disoluta y ociosa¡
¡Y de vosotros pobres cristianos...que...
...Veis y oís nuestros gemidos en la tortura...
...Asistís impasibles a nuestra sentencia de muerte...
...Acaricias las hachas de nuestros ejecutores...

...¡Quiero llorar: golpead vuestros pechos¡...

...Bien poco cristianos sois, Dios os perdone, intrigantes, cínicos, carentes de toda virtud evangélica...cristianos ejecutores de cristianos...
...No tenéis reparo en acercaros a los altares con vuestras manos manchadas y el alma mancillada...

...Sois estirpe de delatores, lleváis el nombre de obispos, pero en la realidad sois bandidos y aún verdugos, que no contentos con despojarnos del patrimonio heredado, nos cargáis de calumnias...nos lleváis a la muerte... os ensañáis en nuestras vidas...
¡Dios os perdone¡

...¡Quiero salvar y quiero ser salvado¡..

Evodio remitió al emperador mis crímenes; Orar desnudo, participación en reuniones nocturnas y practicas de magia...veredicto...
...Decidimos condenar y condenamos...¡Condenados¡

...y Magno Clemente Máximo...autorizo, sancionó, la pena de muerte....
...¡ firma nuestra decapitación¡
.

¿Y que decirte más de mi, buscador de herejes?

Conocí y menosprecie los goces mundanos, practique la austeridad y con mi conducta me gane la animadversión de mis enemigos.
El odio feroz de Itacio me acompaño hasta el final, en aquella mañana radiante y luminosa de la que rara vez gozaba Treveris, la oronda figura del pastor de Ossonoba destacaba entre Evodio y Patricio...
Que los obispos nos negaron la vida y la salvación espiritual...
Y que al tiempo que la noche se impregnada de estrellas, en el último acto de nuestra vida terrenal, abandonados en el oscuro encierro, unidos en santa hermandad, consagramos uvas y leche para nuestra comunión.

...¡La palabra engañó a todos,
pero yo no fui completamente engañado¡...

Fui en busca de un hereje, todas las pistas me conducían a Prisciliano contraste los hechos, seguí las costumbres; no descubrí su herejía y si
me encontré con una sentencia imperial de Magno Máximo condenando a muerte al obispo Galaico, víctima de factores políticos y religiosos que se conjugaron en luctuoso desenlace.

La sombra de la guadaña segadora de vidas me oculto la visión del manuscrito al tiempo que la cabeza de Prisciliano rodaba por el patíbulo mezclándose con las de Prócula, Latroniano, Felicisimo, Armenio, Eucrocia y Juliano.

En la ventana estelar se produce una conmoción, se hace el silencio y poco a poco, desaparecen las imágenes; mis últimos recuerdos se amontonan en anotaciones precipitadas, embargado y conmovido, apresado en la vida de Prisciliano aún tuve tiempo de contemplar...
...a Máximo enviando tribunos para investigar a Hispania, causando la muerte de Asarivo y Aurelio; y en Aquitania, Urbica, apedreada por una turba enfurecida...moría proclamando su amor por Latroniano.
... y como Teodosio se apodera de Magno Clemente Máximo, lo ejecuta e impone su autoridad sobre Occidente y Oriente. Itacio fue excomulgado, depuesto de su silla; Hidacio, renuncio a la mitra, y Rufo, perdió su obispado acusado de prestar fe a un impostor que embaucaba con falsos milagros al pueblo.
... Dictinio, con el beneplácito del Obispo de Roma, exhuma los restos de Prisciliano y sus discípulos, los deposita en urnas de plata e inicia su traslado a Galicia, por una ruta plagada de fieles que salían a su encuentro para venerar, como mártires, a los decapitados en Treveris. Observe, como por el mismo itinerario recorrido por Dictinio, con los restos de los herejes, pocos años después, por idéntico camino, tribus y clanes de suevos se adentraron en Iberia en busca del Finisterrae, se aposentaron en los confines de la tierra, abrazaron la fe, la doctrina de Prisciliano y la sostuvieron largo tiempo a pesar de las persecuciones a las que fueron sometidos.

Y todos los obispos de la Gallaecia, dieron cristiana sepultura a las dos mujeres y a los cinco hombres decapitados por el usurpador, Magno Clemente Máximo y allí, en Iria Flavia, en el monte Libredón, en un castro celta, levantaron una necrópolis cristiana, un mausoleo, donde poder rendirles culto... el firmamento conmovido lo regó con lluvias de estrellas... y sobre su tumba...enterrando con mentiras la verdad, cimentada en las viejas tradiciones, nace la invención de una nueva leyenda.
Una nueva leyenda en la que las gentes atribuye el sepulcro de Prisciliano a Santiago Apóstol...











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